Redacción / Energía a Debate
Ante el optimismo por una mejoría económica mundial con la elección de Joe Biden en Estados Unidos, aunado a un recorte de producción por Arabia Saudita, los precios del petróleo mostraron un avance sostenido en los primeros días del año, dando continuidad a una tendencia que ya se observaba desde el último trimestre de 2020.
El precio de la mezcla mexicana de exportación subió 1.29 dólares para cerrar en 51.52 dólares el barril el viernes pasado, informó Petróleos Mexicanos (Pemex). El crudo West Texas Intermediate también experimento un incremento de 0.94 por ciento el viernes, para cerrar en 52.73 dólares por barril.
Así, la cotización del crudo mexicano registró su mejor nivel desde el 23 de enero de 2020, cuando cerró en 53.43 dólares el barril, previo a la llegada de la pandemia de Covid-19 a los países occidentales, que causó una caída de la demanda y los precios del crudo a escala mundial.
En la primera semana del año, la mezcla mexicana ganó 4.36 dólares, al seguir el comportamiento de los referentes internacionales, que alcanzaron su nivel más alto desde finales de febrero, respaldados por el compromiso de Arabia Saudita de recortar la producción como parte de un compromiso por parte del grupo llamado OPEP+.
En ese contexto, Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (Sener) afirmó la semana pasada que México mantendría su cuota de producción de petróleo crudo acordada con los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) sin cambios. Según cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex), en noviembre, la producción de crudo se situó en 1.6 millones de barriles diarios.
“México mantiene su cuota de producción. Todos los países han hecho un balance de acuerdo a la demanda del mercado internacional”, publicó la funcionaría en su cuenta de Twitter.
Como parte del acuerdo de OPEP+, Kazajistán y Rusia anunciaron un incremento de su producción de petróleo en 75 mil barriles diarios, mientras Arabia Saudita realiza una reducción de un millón de barriles diarios para mantener la producción a los niveles de enero.
El nuevo acuerdo de OPEP+ se toma meses después de que, en abril, por primera vez en la historia, los precios del petróleo a nivel internacional se ubicaron momentáneamente en terreno negativo en la fecha de vencimiento de los contratos para mayo.