“Por ahora, sólo hay producción a pequeña escala por parte de algunas empresas
y universidades, pero hay amplio potencial con diversos tipos de oleaginosas.”
RocÍo Sarmiento Torres*
Rudolf Diesel inventó el motor diesel en 1892, utilizando para demostrar su modelo el aceite de cacahuate. Aunque en la actualidad se tiene una gran discusión acerca de la producción de biodiesel a partir de aceites vegetales, ya desde esa época se utilizaban. Debido a los bajos costos de los hidrocarburos, el uso de biodiesel no prosperó hasta en nuestros tiempos cuando algunos países comienzan a desarrollar los biocombustibles.
En Europa se comenzó en 1988, en Austria, con una planta de biodiesel de una cooperativa de pequeños granjeros, con una capacidad de aproximadamente 500 toneladas/año. En los años siguientes se establecieron plantas en Francia, Italia, Alemania y la República Checa, con el aceite de canola como principal materia prima. La Comisión Europea estableció en 1992 la política de dejar un porcentaje del 10% de los suelos ocupados para producción de alimentos, con el objeto de que se utilizaran en cultivos no alimenticios para la elaboración de biocombustibles.
En los últimos años, se ha impulsado la producción en Estados Unidos, donde, en el año 2006, se contaba ya con 53 plantas con una capacidad mayor a 75.7 millones de litros/año. En los países latinoamericanos ya hay se escucha la necesidad imperante de su producción; con relación al biodiesel, destaca Brasil al igual que con el etanol; ya se comienza a elaborar biodiesel en Argentina, Colombia, México, Costa Rica y otros. Bajo su nueva legislación, el Gobierno brasileño requiere una mezcla del 2% de biodiesel en todo el diesel que se suministre a vehículos de transporte para el 1º de enero de 2008.
En México(1) se cuenta con algunos intentos de producción de biodiesel a pequeña escala, contabilizando en la actualidad un total aproximado de 3.7 millones litros/año(2), aunque se han tenido algunos problemas para su comercialización de manera formal. La primera planta inaugurada en julio de 2005 se construyó por la empresa Grupo Energéticos, en Cadereyta, Nuevo León, utilizando sebo animal como materia prima, con una producción de aproximadamente 3.2 millones de litros/año, operando al 50% de su capacidad.
Se trata de un proyecto derivado de una iniciativa del Tecnológico de Monterrey que construyó una primera planta piloto para investigación con aceite vegetal residual, que produce aproximadamente 95,500 litros/año; utilizándose como B-20 en un autobús de la institución, así como en dos autos Jetta VW a diesel, propiedad de personal de la misma, y en una planta de emergencia (Caterpillar de 220 kW) para generación de energía eléctrica en horas pico.
La misma empresa está construyendo otra planta en el estado de Oaxaca, en donde la Universidad José Vasconcelos desde 2004 cuenta también con una planta piloto, para experimentar con la producción de biodiesel de aceite vegetal residual, con una capacidad de 38 tons/año (3.6 m3/mes), que se utiliza como B-20 en un autobús de la misma universidad.
El gobierno del estado de Michoacán, en cooperación con la Universidad Autónoma de México, ha promovido un proyecto de producción de biodiesel basado en aceite de higuerilla (ricinus comunis) y se está evaluando la productividad de la jatrofa como materia prima. Identificaron cerca de 36,744 ha de temporal con un potencial para producción de aceite de higuerilla. En 2005, como una primera etapa, se plantaron 2,000 ha, con una cosecha de 2,600 tons/año y en 2006 se tuvo como objetivo la plantación de 10,000 ha, con una cosecha estimada en 13,000 tons/año.
Planta de Biodiesel en Cadereyta, Nuevo León
Se estableció un grupo interinstitucional con el objeto de promover el proyecto y, como otra fase futura, se planeó la construcción de una planta de biodiesel con capacidad de 10,000 litros/mes.
También en Michoacán, se anunció la instalación de una planta de producción de biodiesel en el puerto de Lázaro Cárdenas, mediante la utilización de higuerilla, por parte de la empresa Pro Palma, considerando que se tienen sembradas 1,600 ha de este cultivo en las regiones de Tierra Caliente, la Cuenca Lerma-Chapala y en la región del Bajío. Se tiene una meta de producción de 7,500 tons de aceite, para lo que se pretenden sembrar 6,000 hectáreas de la oleaginosa (2.5 tons de semilla/ha). Sin embargo, se hizo una publicación(4) que indica que es inviable la producción de biodiesel con esta materia prima, puesto que el costo al consumidor sería de 14.00 pesos por litro (2 kg. de higuerilla por litro de aceite), que no podría competir con el costo del diesel del petróleo, por lo menos con el subsidio actual.
Por otra parte, Sabritas, productor de papas fritas y botanas, contempla el uso de su aceite residual en la producción de biodiesel para usarlo en la flota vehicular de la misma empresa. Asimismo, las Universidades de Nogales y Arizona han trabajado de manera conjunta en un proyecto para conocer el potencial de elaboración de biodiesel con aceite vegetal residual colectado en ambos lados de la frontera.
El Instituto Politécnico Nacional conduce una investigación en jatrofa curcas en su Departamento de Biotecnología del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos, donde ha caracterizado los cultivos de este tipo localizados en los estados de Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
Se están realizando otros esfuerzos para la producción de biodiesel en México, pero no se tiene suficiente difusión de algunos de ellos y es difícil conocerlos todos. Es factible que tan solo se tenga su desarrollo en zonas determinadas para fines de autoconsumo.
(1) Potencialidades y Viabilidad del Uso de Bioetanol y Biodiesel para el Transporte en México (SENER-BID-GTZ); 2005.
(2) Secretaría de Energía (2006)
(3) Fuente: www.olade.org.ec; CONAE
(4) Gladis León González; 21 de abril de 2007; Editora de Medios de Michoacán S.A. de C.V.
* Es ingeniera química del Instituto Politécnico Nacional con maestría en Control de Contaminación Ambiental de la Universidad de Leeds, Inglaterra. Es investigadora del Programa de Energía de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (sarmientomr@yahoo.com.mx ).