Redacción / Energía a Debate
El Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado de la República hizo un llamado a Morena y a sus legisladores locales a no abrir la puerta a la opacidad y a la corrupción mediante la aprobación de reformas a leyes estatales que proponen evitar la competencia y facilitar adjudicaciones directas en la contratación de obra pública y adquisiciones.
Damián Zepeda Vidales, coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), exigió hoy al Congreso del estado de Tabasco a dar marcha atrás a las reformas recientes a las leyes estatales de obras públicas y de adquisiciones, ya que éstas propiciarán la corrupción a través de la figura de la adjudicación directa.
Señaló el legislador del PAN que la nueva reforma a las leyes de obra y adquisiciones en Tabasco permite que todos los contratos puedan ser adjudicados de manera directa al constructor o contratista de preferencia del gobierno local, eliminando la obligatoriedad de licitar las obras en todos los casos.
Las reformas a dichas leyes “reducen las licitaciones públicas, evitan la competencia y facilitan la asignación directa de contratos de obra pública, lo que incrementa la discrecionalidad en las contrataciones”, manifestó Zepeda.
El nuevo gobierno federal plantea construir una gran cantidad de obra pública, como la nueva refinería y parte del proyecto de Tren Maya en el estado de Tabasco y “a todo lo que hagan convenio con el estado o municipios les aplicará esta nueva ley que facilita la corrupción, lo cual es muy grave”, consideró.
Anunció que el PAN presentará un punto de acuerdo en el Senado de la República para que el Congreso de Tabasco dé marcha atrás a dichas modificaciones, y advirtió que es preocupante que en las 19 Legislaturas en las que Morena tiene mayoría se comiencen a flexibilizar las adjudicaciones, sin los trámites debidos, en detrimento de la transparencia.
Opinó que el esquema de adjudicación directa es el más utilizado para los casos de corrupción, ya que quien gobierna elige libremente quien hace la obra, sin necesidad de competencia por calidad y precio, terminando en muchos casos en contrataciones a amigos o contratistas a modo, a cambio de compromisos de corrupción.
(Ver también el artículo de David Shields, publicado en el periódico Reforma el pasado 2 de octubre).