viernes, junio 20, 2025

En un momento histórico en el que la transición hacia fuentes de energía más limpias se ha vuelto inminente, México se enfrenta a una encrucijada estratégica, crucial para su futuro energético. Después de haber sido un país con una economía históricamente dependiente del petróleo, surge la pregunta:
¿Cómo puede México adaptarse al vertiginoso panorama global que exige un cambio hacia la sostenibilidad?
Para encontrar respuestas, Rystad Energy, a través de su informe Mexico Energy Horizons, analiza los retos y las oportunidades que tiene el país para transformar su sistema energético. Desde la producción de petróleo y gas hasta la integración de energías renovables y el desarrollo de nuevas industrias como el hidrógeno verde, la electromovilidad y el litio: “México tiene en sus manos una oportunidad única para consolidar su papel en el panorama energético global”.

SUSTENTABILIDAD

1. La oportunidad de México para liderar la Transición Energética a través de inversiones en nuevos campos

El consenso global sobre la necesidad de eliminar los combustibles fósiles de la matriz energética, impulsado por preocupaciones ambientales y políticas públicas, enfrenta retos en cuanto al ritmo y la viabilidad de esta transición. Esto, junto con la creciente demanda de fuentes de energía renovables y los nuevos sistemas energéticos, pone a la industria petrolera frente a un reto trascendental: lograr no solo barriles rentables, sino también sostenibles y de bajas emisiones.
Según proyecciones de Rystad Energy, la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo en 2033 y disminuirá un 32% para 2050. En cuanto a México, a pesar de que se espera una caída en la producción de petróleo en los siguientes 10 años, este hidrocarburo seguirá siendo un componente económico esencial.
“A pesar de que se espera una caída en la producción de petróleo en los siguientes 10 años, este hidrocarburo seguirá siendo un componente económico esencial”.

 

2. Farmouts para maximizar el valor de los activos de Pemex

En un contexto de producción en declive, Rystad Energy sugiere que la clave para que Pemex logre maximizar sus activos podría estar en los farmouts, que le permitirían transferir parte de sus activos a socios privados para mejorar la eficiencia operativa y liberar recursos.
“La clave para que Pemex logre maximizar sus activos podría estar en los farmouts”.

3. Gas natural, producción nacional

El análisis de Rystad Energy destaca que la producción nacional de gas no es competitiva frente a las importaciones de gas de EUA. A pesar de ello, el desarrollo de proyectos nacionales podría proporcionar estabilidad al suministro en México y reducir la dependencia de importaciones y vulnerabilidad de las fluctuaciones de los precios internacionales.

Para mantener la relevancia de México en la industria global y revitalizar su producción, deberá aprovechar sus recursos estratégicos, invertir en avances tecnológicos y explorar nuevos campos como los offshore.
Empresas como Eni, Repsol y Murphy Oil ya están explorando esta frontera energética con resultados alentadores, pero aún queda un vasto potencial por descubrir.

UPSTREAM

1. Pozos de relleno para el suministro de petróleo y gas y el potencial de las aguas profundas en México

Rystad Energy estima que la industria del petróleo y gas mantendrá un gasto promedio anual de $2.7 mil millones en proyectos brownfield convencionales hasta 2030. Este enfoque es clave para garantizar un suministro continuo.
En México, la contribución de los campos maduros a través de los pozos de relleno (infill drilling) a la producción nacional y la disminución de producción en campos convencionales subraya la relevancia de las inversiones en estos proyectos.
La disparidad entre los pozos comprometidos durante las rondas de licitación y la cantidad real de pozos perforados es más notoria en aguas profundas; sin embargo, éstas aún se mantienen como la próxima gran frontera en la exploración de la región.

2. Farmouts para maximizar el valor de los activos de Pemex

En un contexto de producción en declive, Rystad Energy sugiere que la clave para que Pemex logre maximizar sus activos podría estar en los farmouts, que le permitirían transferir parte de sus activos a socios privados para mejorar la eficiencia operativa y liberar recursos.
“La clave para que Pemex logre maximizar sus activos podría estar en los farmouts”.

3. Gas natural, producción nacional

El análisis de Rystad Energy destaca que la producción nacional de gas no es competitiva frente a las importaciones de gas de EUA. A pesar de ello, el desarrollo de proyectos nacionales podría proporcionar estabilidad al suministro en México y reducir la dependencia de importaciones y vulnerabilidad de las fluctuaciones de los precios internacionales.

ELECTRICIDAD

1. Crecimiento de las energías renovables, el camino hacia la descarbonización

A pesar de la dependencia de los combustibles fósiles, México tiene un enorme potencial para expandir su capacidad de energías renovables. El país cuenta con excelentes recursos eólicos y alta irradiación solar. Sin embargo, para que México logre sus objetivos de descarbonización, se requieren cambios estructurales.
“Para que México logre sus objetivos de descarbonización, se requieren cambios estructurales”.

El incremento de la demanda por movilidad eléctrica (33 TWh), entre otros factores, hará que México necesite más de 117 GW de nueva capacidad de generación eléctrica, la cual debe provenir de fuentes renovables.
Este crecimiento proyectado pone de manifiesto la necesidad urgente de desarrollar nuevas infraestructuras de generación, transmisión y almacenamiento eléctrico.

2. Desafíos regulatorios, la nueva política energética y sus implicaciones

La reciente reforma energética en México ha generado incertidumbre en el sector, ya que el cambio en la prioridad en el despacho de energía, sumado a la falta de inversión en transmisión, podría retrasar la transición energética en el país.
“La reciente reforma energética en México ha generado incertidumbre en el sector”.
Sin embargo, a pesar de los retos, la transición energética en México se mantiene como una oportunidad estratégica y el país podría convertirse en un líder global en la descarbonización.

TRANSICIÓN ENERGÉTICA

1. Crecimiento de la demanda de hidrógeno en México

La producción de hidrógeno limpio en México podría impulsarse por la sustitución de la infraestructura existente, así como con el desarrollo de nuevos proyectos en refinerías y plantas de fertilizantes.
Aunque ya existen proyectos en desarrollo, se espera que surjan nuevos, especialmente en zonas industriales donde se anticipa un aumento significativo en la demanda.
La ubicación estratégica de las instalaciones será fundamental para alinear la producción con las necesidades del mercado.
2. México enfrenta el reto de quintuplicar su producción de hidrógeno para cumplir objetivos climáticos

La producción hidrógeno limpio proyectada de México en la próxima década resulta insuficiente para alcanzar el objetivo global de limitar el calentamiento a 1.9 °C. Para cumplir las metas climáticas se requeriría incrementar al menos cinco veces la producción para el 2045.
Proyectos que combinan gas natural con captura de carbono (CCS) o electrólisis representan avances hacia suministro de hidrógeno más limpio. Sin embargo, se debe diversificar la demanda y reducir la dependencia de sectores tradicionales como las refinerías.
Según Rystad Energy, en un escenario de negocios habituales (BAU), con aumento de temperatura global de 2.2 °C, la capacidad de producción de hidrógeno en México alcanzaría solo 1.7 Mtpa en 2045.
3. Capacidad de fabricación de electrolizadores

Los altos costos de fabricación de electrolizadores en EUA y las barreras comerciales contra productos chinos podrían generar un déficit en la capacidad regional para satisfacer la demanda, lo que a su vez encarecería
México enfrenta el desafío de reducir emisiones en sectores clave como el acero y el transporte pesado, lo que implica una transición estratégica que incluye la eliminación gradual de refinerías. En este contexto, el hidrógeno se posiciona como un eje central para la descarbonización. Aunque en el corto plazo la demanda de hidrógeno en estas instalaciones se mantendrá alta, se prevé que disminuya hacia 2045 debido a la electrificación vehicular y la reducción progresiva de la capacidad operativa de las refinerías.

“El hidrógeno se posiciona como un eje central para la descarbonización”.