Iberdrola contrató los servicios de Barclays Bank para vender sus quince plantas de generación eléctrica que mantiene en México, la mayoría de energías renovables, por un monto por los 4 mil millones de euros (unos 4,689 millones de dólares), con lo que saldría definitivamente del país.
Así, la empresa de origen español continuaría su política silenciosa de dejar sus negocios o salir de países en los que no encuentra seguridad jurídica que garantice la rentabilidad para sus inversiones, infirmó este miércoles el diario El Confidencial.
De acuerdo con el medio europeo, la eléctrica española ha contratado los servicios de Barclays Bank para vender las quince plantas que le quedan en México, principalmente de energías renovables, después de que en la primavera del pasado año ya traspasara al país gobernado por la extrema izquierda una buena parte de sus activos.
Según fuentes que refirieron a El Confidencial, Iberdrola abrió un proceso para desprenderse de los cerca de 2,600 megawatts (MW) de potencia instalada que tiene en producción en México, la segunda mayor economía de Latinoamérica.
La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán ha recibido ya ofertas por sus seis parques eólicos, los tres fotovoltaicos y las seis centrales de cogeneración y de ciclo combinado que tiene en doce de los estados del país. En concreto, en Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Tamaulipas, Puebla y Guanajuato, Sonora y San Luis Potosí, entre otros.
Las propuestas recibidas por Barclays, con la ayuda de Baker McKenzie y la dirección de David Mesonero, director de Desarrollo Corporativo, rondan, según estas fuentes, los 4,000 millones de euros, ya que la compañía, que también dispone de una comercializadora en México, genera un beneficio de explotación o EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de más de 400 millones, refirió el medio también español.
Varios fondos de infraestructuras estadounidenses se han interesado por estos activos, que son los que Iberdrola mantuvo cuando en febrero de este año firmó oficialmente la venta del 55 por ciento de sus negocios en el país latinoamericano al gobierno local.
El acuerdo de esa transacción, que ascendió a 5,800 millones de euros, se sustanció en plena Semana Santa de 2023 tras una guerra de declaraciones entre Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República en aquel momento, e Ignacio Sánchez Galán. Una batalla dialéctica con amenazas de nacionalización que finalmente se solucionó con un vídeo en el que el presidente de la multinacional española, acompañado de David Mesonero, su yerno y responsable de las operaciones corporativas, se estrechaban la mano con AMLO, como se le conoce coloquialmente, uno de los líderes de la izquierda más radical de Latinoamérica, recordó el medio español.
La transacción, que incluía el traspaso de 13 centrales de generación —mayormente, ciclos combinados de gas— con una capacidad instalada de 8,539 MW, se cerró en febrero del pasado año una vez conseguidas todas las autorizaciones locales. La firma permitió a Iberdrola apuntarse unas plusvalías de algo más de 1,000 millones.
Populismo de Sheinbaum es más duro
El Confidencial también mencionó que aunque Iberdrola se comprometió oficialmente a seguir en México, Galán ha optado por salir definitivamente del país y vender el 45 por ciento del negocio que operaba, especialmente por las dudas sobre la seguridad jurídica en el país, gobernado por Claudia Sheinbaum Pardo, y en la región.
Sheinbaum, que se convirtió en la primera mujer en la historia en presidir México desde octubre de 2024, ha apostado por el desarrollo de las renovables, con un plan de inversiones de más de 13,000 millones, pero su línea populista es incluso más dura que la de AMLO, con quien Iberdrola tuvo sus desencuentros. Especialmente, cuando la Comisión Reguladora de Energía de México (CRE) aprobó en 2022 una sanción económica de 9,145 millones de pesos (unos 435 millones de euros) a Iberdrola Energía Monterrey (IEM), filial de la eléctrica española, por la venta de electricidad producida bajo el esquema de autoabastecimiento.
La sanción se refiere a la venta de energía generada en la central de Pesquería, Nuevo León, a más de 400 empresas, entre las que se encuentran Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma o Cemex.
“Se concluye que la conducta de la permisionaria fue de carácter grave, ya que, a sabiendas de que tiene la obligación de no vender, revender o enajenar por ningún título, directa o indirectamente, capacidad o energía eléctrica, salvo los casos autorizados por la ley, inobservó la norma llevando a cabo la conducta prohibida por la misma”, señaló la resolución.
Ese conflicto Galán cerró cuando se dio el abrazo con AMLO. El mercado aplaudió la primera desinversión en México, hasta el punto de que Iberdrola ha encadenado máximos históricos en bolsa, hasta rondar los 16 euros por acción.
Pedro Azagra, el nuevo consejero delegado del grupo energético vasco desde el pasado mes de junio, confía en que esta desinversión también sea bienvenida por los analistas, ya que permitirá mejorar la solvencia financiera al rebajar la deuda y garantizar el pago creciente del dividendo. La compañía presenta hoy los resultados del primer semestre y en septiembre la actualización de su plan estratégico 2024-2026, cuyos objetivos se dan ya por superados.