Apagones, la consecuencia
¿Se pueden evitar los apagones? La respuesta es casi filosófica. Digamos que los apagones son como las enfermedades: Puedes tomar medidas para disminuir el riesgo de ellas, pero evitarlas de forma total es casi imposible. Una persona sana, con buena alimentación, actividad física adecuada, que evita la exposición a factores de riesgo y que monitorea su salud con frecuencia, tiene menos probabilidades de enfermarse que alguien con obesidad, poca actividad, que fume o realice otras actividades de alto riesgo, pero no deja de ser susceptible a enfermarse. Y así pasa con los sistemas eléctricos. Un sistema con líneas de transmisión que trabajen dentro de sus valores de diseño, con reserva suficiente y adecuada, que monitorea su desempeño con tecnología moderna, tiene menos probabilidades de tener interrupciones. El problema es que tenemos un sistema eléctrico repleto de factores que lo hacen cada vez más susceptible de tener fallas. ¿Qué está pasando? Primero lo normal: la demanda de energía eléctrica aumenta de forma casi constante (digo casi porque eventos como la pandemia la frenan), pero al menos en México la oferta de energía no la han dejado ni podido crecer en este sexenio. Y aunque no falta quien afirme desde la ignorancia ...