Claudia Sheinbaum: el extraño caso de la antinomia energética
Escuché la entrevista que Claudia Sheinbaum concedió a Rompeviento hace unas semanas. Mi intención era identificar alguna conexión entre sus nociones sobre transición energética y su apoyo irreductible a la propuesta de reforma constitucional del presidente López Obrador. Me dejó inquieta la manera en que la jefa de Gobierno maneja una agenda dual. Por un lado impulsa en la Ciudad de México proyectos basados en energías renovables y promueve la convivencia armónica entre el sector privado y el público para el desarrollo económico. Por el otro, respalda completamente los dogmas promovidos desde el Gobierno federal, como la satanización del sector privado y la competencia económica, a la vez que promueve una organización industrial de corte estatista, hipercentralizada y poco sustentable. ¿Cómo es esto posible? ¿Hasta dónde puede llegar esta ambivalencia? Ejemplifico con tres casos. Primero, el Programa de Gobierno de la CDMX 2019-2024, que parte de un diagnóstico muy claro: 76% de la energía que mueve a la ciudad proviene directamente de combustibles fósiles. Por ello, el Gobierno local se ha propuesto la tarea de realizar acciones vanguardistas para modificar su matriz energética. Esto incluye el apoyo a la industria innovadora y sustentable; el fomento al uso de energías renovables; ...