¡(No) Huele a Gas!
A finales de los años setenta del siglo pasado, la combinación de la profundidad intelectual y agudeza crítica del Ing. Heberto Castillo, con el sentido del humor y capacidad pedagógica de Eduardo del Río, "Rius"; dio como uno de sus mejores frutos un libro de lectura obligada en esos años (y de relectura en estos): ¡Huele a Gas! (los misterios del gasoducto). En el libro se cuestiona duramente la lógica extractivista que desde el sexenio de José López Portillo ha estado en la base de la política petrolera del país. También lo que el Ingeniero Castillo consideraba el malbaratamiento de nuestra riqueza gasífera, en lugar de utilizarla para impulsar decididamente a la industria petroquímica. De entonces a la fecha, mucho ha cambiado el panorama del gas natural en nuestro país. De ser considerado casi como un mero subproducto de la explotación petrolera, el gas natural se ha convertido en la componente más importante del consumo primario de energía, en el que representa el 48%. En contraste, tras haber alcanzado su pico de producción en el año 2009, con un volumen de 7,031 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd), esta se ha caído hasta los 3,718 mmpcd reportados por Pemex para ...