Confiabilidad y economía, frutos de un sistema energético compartido
Los avances alcanzados con la apertura del sistema energético, aunados a un posible rescate de Pemex, apuntan a establecer un nuevo balance público-privado en materia de energía. GERRARDO R. BAZÁN NAVARRETE, GILBERTO ORTIZ MUÑIZ Y JESÚS CUEVAS SALGADO* El objetivo de las políticas públicas en materia de energía es crear las condiciones necesarias para lograr crecimiento económico y bienestar social. Una teoría económica establece que la iniciativa privada debe estar a cargo de dichas actividades; otra corriente dice que es derecho y responsabilidad del Estado. Inicialmente, en México la industria energética estuvo concesionada a la iniciativa privada, básicamente de procedencia internacional; en una segunda etapa las actividades energéticas se nacionalizaron; y desde hace cerca de 40 años se ha estado regresando paulatinamente a un esquema más privado, muy lentamente durante 35 años y en forma muy acelerada durante el último lustro. Tomando en cuenta la evolución de las políticas públicas y el estado actual del esquema jurídico, institucional, financiero, operativo y la infraestructura, ¿por qué no optar por un esquema explícito donde lo privado y lo público puedan convivir en mutua armonía? Los argumentos generales para la apertura al capital privado han sido: - Baja capacidad de financiamiento con ...