Los mercados están previendo una próxima volatilidad en los precios internacionales del petróleo ante el aumento en los recortes de producción por parte de Rusia y Arabia Saudita, así como por la creciente demanda de China.
Cada vez los precios están más cerca de los 100 dólares por barril (dpb), un nivel alcanzado en abril de 2022. El jueves pasado, el precio de la canasta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) alcanzaba los 95.70 dpb, mientras que ese mismo día el Brent se ubicaba en los 94.51 dpb. El West Texas Intermediate (WTI), por su parte, llegaba a los 9.16 dólares.
Estos dos últimos han registrado una marcada tendencia alcista desde la cuarta semana de agosto.
A principios de septiembre, Arabia Saudita anunció que incrementaría su recorte de producción de un millón a 1.3 millones de barriles diarios, una cuota adicional a los 9.23 millones que había comprometido originalmente, acción dirigida principalmente a reducir los inventarios globales y mantener los precios altos.
Por su parte, a principios de septiembre, Rusia anunció un recorte voluntario de 300 mil barriles diarios en sus exportaciones. En marzo pasado, Moscú se había comprometido a un recorte de 500 mil barriles por día hasta el fin de año.
En cuanto a China, su recuperación económica durante el año y el aumento de vuelos han provocado un incremento en su demanda de petróleo crudo. El fortalecimiento económico del gigante asiático se debió fundamentalmente al recorte en las reservas de su Banco Central efectuado la semana pasada, orientado a impulsar la liquides de la nación.
La gran perdedora, sin embargo, por las políticas de recortes de la OPEP este año ha sido Nigeria. Este fin de semana, la nación reportó que entre enero y agosto tuvo una severa pérdida de más de 8.7 mil millones de naira (unos 11.4 millones de dólares), derivada de su incapacidad para cumplir con su cuota asignada por la Organización.
Nigeria, el mayor productor de crudo de África, tenía una cuota de 1.74 millones de barriles diarios.
Esta pérdida en ingresos se presentó en medio de una crisis de deuda, por lo que analistas ha pedido al gobierno nigeriano tomar medidas urgentes para aumentar los ingresos controlando el robo de petróleo que azota a esa nación.