La Transición Energética es un asunto y responsabilidad de gobiernos estatales y municipales, no solamente del gobierno federal, coincidieron expertos.
Héctor Cuevas, socio en la firma Fish Philips, destacó que desde los fundamentos constitucionales, así como la visión plasmada en diversos documentos prospectivos y regulatorios del sector energético, se reconoce la promoción del uso eficiente de la energía y la protección del medio ambiente, además de la participación de los estados y municipios del país, en coordinación con las entidades federales, para suscribir convenios y acuerdos.
Asimismo, destacó que los gobiernos locales, conocidos como “subnacionales”, también tienen algunas facultades para legislar, como en reglamentos y normas locales, para la ejecución de proyectos relacionados con la generación distribuida o los sistemas de biodigestión, por ejemplo.
“Estos primeros 100 días de gobierno no son solo de la presidenta [Claudia Sheinbaum Pardo], hablamos de que se eligieron más de 20 mil cargos públicos en junio de este año; por lo tanto tenemos un momento y una coyuntura muy importante que nos permite a nivel tanto estatal, como municipal, detonar mayormente este tipo de proyectos”, puntualizó.
Gonzalo Monroy, director general de GMEC, opinó que la Transición Energética debe ser abordada también desde el punto de vista tecnológico y económico.
“La sustitución de los combustibles fósiles no es suficiente, tenemos también que transformar los procesos y eso lleva muchísimo más tiempo y se requiere a veces de avances tecnológicos que todavía no han ocurrido. El ejemplo del hidrógeno es probablemente el más evidente”, dijo.
Al respecto, añadió que pensar llegar al net zero en las emisiones es complicado si no se entiende este aspecto y el avance económico. Recordó que en el 2020, las emisiones globales cayeron, pero como resultado de que la economía global se paralizó por la pandemia del COVID-19.
“La economía global se paralizó y mandamos millones de personas a la pobreza, muchas de ellas no han podido salir de ella”, alertó.
En el webinar “Se Busca: Acelerar la Transición Energética en México”, organizado esta mañana por México Evalúa e Iniciativa Climática de México, Cuevas destacó que, más allá de que los gobiernos subnacionales puedan detonar estos proyectos, lo importante es el compromiso de que México cumpla con sus metas ambientales.
En el webinar, los dos organismos presentaron el cuadernillo número 14 de una serie en que se analizan las políticas públicas desde diversos aspectos.
El cuadernillo dado a conocer hoy bajo el título “Adiós, combustibles fósiles” trata sobre las opciones para lograr una mayor participación de las energías limpias en México con base en una gobernanza mejor y efectiva.
Al respecto, Viviana Patiño Alcalá, investigadora en Regulación y Competencia Económica en México Evalúa, dijo que para tratar un problema tan complejo, como lo son las emisiones y la Transición Energética en su dimensión nacional, es importante fortalecer la gobernanza en el país.
Citó que uno de hallazgos del estudio es que hay una falta de claridad en las responsabilidades entre los diferentes órdenes de gobierno y resaltó que las atribuciones deben estar coordinadas entre los niveles federal, estatal y municipal.
Recordó que, derivado de los acuerdos de la COP27, México deberá reducir en 40 por ciento sus emisiones para el 2030 como meta condicionada, mientras que en la no condicionada, el porcentaje es de 35 por ciento, lo que equivale a 644 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e).
Energía en la región Noreste
En el webinar, Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Competencia y Regulación en México Evalúa, presentó los indicadores del sector energético de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, resultado de un estudio del equipo de investigación “El Sextante” del organismo no gubernamental.
Planteó que entre 2015-2023, el número de centrales eléctricas operando en Tamaulipas pasó de 26 a 47 centrales, de las cuales 6 son eólicas, 13 de ciclo combinado, una termoeléctrica que utiliza bagazo de caña, y una mini-hidroeléctrica.
“Esto implica 3,207 megawatts instalados, de los cuales 1,289 corresponden a energía renovable”, agregó.
Del mismo modo, apuntó que en esa entidad existe un gran potencial para instalar más energía renovable que no se observa en las otras dos entidades.
En cuanto a Nuevo León, Moreno aseguró que en el mismo lapso su capacidad instalada pasó de 24 a 45 centrales, siendo 3 eólicas, una fotovoltaica, 8 de ciclo combinado, 8 termoeléctrica a gas y una de combustión interna a diésel.
“Nuevo León debe avanzar un poco más en inversión en tecnologías renovables, pues su capacidad instalada es un 12.11 por ciento de la capacidad total del estado”, sugirió.
Por último, de Coahuila resaltó que 29 por ciento de su capacidad instalada corresponde a energías renovables, más otras que no han podido entrar en operación por falta de permisos. Además, sigue teniendo las carboeléctricas en su territorio.
“En Coahuila hay centrales que aún no tienen los permisos necesarios para poder operar y esto ha retrasado el crecimiento económico y una planeación más ordenada y clara sobre qué va a pasar con las carboeléctricas, puesto que hay una asociación muy importante de la población con vocación minera, pero hay comunidades que requieren seguir trabajando en la minería de carbón para venta a la CFE”, explicó.
Metas al 2030
En el evento, realizado en línea, Luisa Sierra, directora de Energía en Iniciativa Climática de México, señaló que para el 2030, México tendrá que contar con una capacidad instalada de 44 gigawatts (GW) de energía renovable, principalmente solar y eólica, para cumplir con las metas planteadas en los acuerdos internacionales.
Aclaró que, hoy día, esta capacidad llega apenas a los 14 GW. “Podemos ver el reto que tenemos en un periodo corto”, hizo ver.
En ese sentido, consideró que la generación distribuida permite avanzar en la Transición Energética, además de que tiene un componente de democratización de la energía y permite continuar “desde diferentes gobernanzas” hacia una transición más justa con perspectiva de género.
“Necesitaríamos tener una capacidad instalada de 14 GW [en generación distribuida] y recordemos que hoy estamos en aproximadamente 4 GW”, lamentó.
“La eficiencia energética debe darse no solo a nivel federal, sino también a nivel subnacional”, resaltó.