Fue notoria la discreta presencia de México en la reciente Conferencia de las Partes (COP25) de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en Madrid, España. No participó ningún Secretario de Estado y quedó en la indefinición cómo el Gobierno de México pretende descarbonizar su economía, reducir emisiones y promover la sustentabilidad.
En el mismo tenor, unos días antes, la Secretaria de Energía de México, Rocío Nahle, optó por no participar en la Reunión Ministerial de la Agencia Internacional de Energía (AIE) en París, Francia. ¿Por qué no aprovechó ese foro para exponer con amplitud la política energética del gobierno mexicano? Porque el gobierno brasileño de Jair Bolsonaro sí lo hizo.
Aunque la AIE suele privilegiar los temas petroleros, en esta ocasión el tema “Construyendo el Futuro de la Energía” apuntó en otro sentido. Enfatizó el papel que pretende liderar la AIE en la transición hacia la energía limpia, sostenible, eficiente y moderna, sobre todo las energías renovables y las soluciones de cero y bajas emisiones.
La agenda resaltó “la promoción de la transición energética para atender retos globales urgentes” y reconoció “la importancia de la protección climática y el compromiso con el Acuerdo de París”. La AIE determinó que elaborará análisis relevantes para ayudar a los países a construir sistemas energéticos sustentables.
En materia petrolera, el tema principal de la agenda fue cómo fortalecer la seguridad de abasto a nivel global mediante un sistema de mayores inventarios en cada país miembro, de manera que haya una respuesta colectiva de suministro en caso de dislocaciones en los mercados de hidrocarburos.
Otro tema central de la Reunión Ministerial –¡Upps!– fue el análisis de cómo los países pueden aplicar las mejores prácticas en materia de seguridad cibernética en el sector energético, ya que los ataques a los sistemas informáticos también ponen en peligro el abasto de energía.
Sin embargo, la política energética mexicana ahora va en sentido contrario a la de la comunidad internacional. La mexicana se inclina hacia el uso de energéticos más sucios, dañinos, ineficientes y anticuados, restringiendo el avance de las energías renovables y propiciando proyectos eléctricos y de refinación que elevarán las emisiones de gases de efecto invernadero. Para el Gobierno de México, el interés colectivo de los países integrantes de la AIE ya no parece ser de su interés.
Además, los conceptos de soberanía y producción de la 4T no facilitan la colaboración con otras naciones para crear sistemas sustentables y resolver retos comunes, a pesar de que México firma tratados comerciales y realiza un intenso intercambio energético con el exterior. Otros países quieren disminuir emisiones, pero al Gobierno de México eso no le importa. Otros países quieren atraer capital privado al sector, aquí lo ahuyentamos. Otros países procuran almacenar más combustibles, aquí relajamos la política de almacenamiento.
Mientras que Colombia y Chile solicitan su ingreso a la AIE, así como México se integró en 2018, al parecer ya nos importa muy poco pertenecer a dicho organismo. Mientras que Brasil afirma que su reciente incorporación “marca el reconocimiento al papel destacado del país en el panorama energético mundial”, ¿será que México ya no tiene nada en común y nada que presumir?
¿Será que el Gobierno de México no quiere someter su política energética al escrutinio de la AIE? ¿Será que no quiere que su modelo petrolero cerrado, su nueva refinería contaminante y su plan de abasto de combustibles formen parte de estos análisis que realizará la AIE sobre cómo asegurar la seguridad energética y la sustentabilidad a nivel internacional?
Los mexicanos merecemos tener una representación de alto nivel en las cumbres globales. Pero como ya se vio en el caso de la Cumbre G-20, a la que no quiso asistir el Presidente López Obrador, las cosas no van por ahí. Al final del día, es el Presidente quien tendría que ponerle el ejemplo a su gabinete.
Léalo en el Reforma en esta liga.
David Shields as analista de la industria energética. Su e-mail: david.shields@energiaadebate.com