Redacción / Energía a Debate
El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó esta mañana una petición del gobernador de Nuevo León, de ciudadanos y de organizaciones civiles de la entidad para que se cierre la refinería de Cadereyta argumentando que es parte de la estrategia para alcanzar la autosuficiencia energética del país.
Sin embargo, el mandatario federal prometió que su gobierno buscará los mecanismos para que la planta, propiedad de Petróleos Mexicanos, reduzca sus emisiones contaminantes.
En conferencia de prensa con el gobernador de la entidad, Jaime Rodríguez Calderón, realizada en la Séptima Zona Militar en el municipio de Apodaca, Nuevo León, López Obrador también sugirió que la demanda de cierre de la refinería podría ser usada con fines electorales y reiteró que desde el inicio de su administración no ha habido aumento “en términos reales” de los precios de las gasolinas, el diesel, la electricidad y el agua.
“Entonces, no podemos cerrar la refinería de Cadereyta. Esto puede ser, no tengo duda, una demanda legítima de los ciudadanos, de los gobiernos municipales, del gobierno del Estado”, dijo el jefe del Ejecutivo Federal.
“Tenemos que explicarles que necesitamos esa refinería”, añadió. “Lo que tenemos que buscar y comprometernos es a que no contamine. Y eso se puede lograr”, resaltó.
El gobernador Rodríguez Calderón había expuesto que la entidad tiene como dos grandes problemas la movilidad y la contaminación. “Esto requiere modificar actitudes en la sociedad y por eso (es) por lo que lo invito al Presidente a una reunión especial para revisar el tema de la refinería de Cadereyta”, aseguró.
Explicó que ya ha sostenido reuniones con representantes de las empresas Cemex, Vitro, Álcali y Ternium para trabajar de manera conjunta en la elaboración de una ley para que todas las industrias que operen en Nuevo León se comprometan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y reducir la contaminación.
La refinería “Héctor Lara Sosa” de Cadereyta se ubica en el municipio del mismo nombre a 53 kilómetros al sureste de la ciudad de Monterrey.
Su producción cerró el mes de julio pasado en 96,539 barriles diarios (bd) promedio de productos refinados, de los cuales 30,802 fueron gasolinas y 33,242 bd de diesel, además de 12,361 bd de combustóleo.
Desde el mes pasado, legisladores locales, organizaciones civiles y agrupaciones de ciudadanos se han manifestado por la presencia de emisiones de gases en las instalaciones.
Pemex explicó que el fenómeno se presenta cuando hay un descontrol involuntario en la operación de la planta catalítica número 1 de la refinería, por lo que esos gases deben ser expulsado para evitar algún accidente.