Ulises Juárez / Energía a Debate
La Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), en colaboración con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), están realizando un estudio para determinar los índices de vapores que se expelen al aire en las tres fases de la distribución de combustibles en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
Con ello, se pretende mejorar la Norma Oficial Mexicana NOM-004-ASEA-2017 “Sistemas de recuperación de vapores de gasolinas para el control de emisiones en estaciones de servicio para expendio al público de gasolinas-Métodos de prueba para determinar la eficiencia, mantenimiento y los parámetros para la operación”.
“El único fin que tiene es saber lo que está pasando durante un periodo largo lo que está pasando con los sistemas de recuperación de vapores”, dijo Angélica Guadarrama, jefa de Proyectos del IMP, durante un webinar promovido por la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo Nacional).
Explicó que para ello se van a recopilar los datos de los sistemas de recuperación de vapores con que ya cuentan la mayoría de las 1,097 gasolineras que operan en la ZMVM, comprendida por la Ciudad de México, el Estado de México y el estado de Hidalgo, región en donde aplica la NOM-004.
“No nada más cuando vamos a hacer una prueba, queremos hacer un análisis de qué es lo que pasa durante todo un año con la recuperación de vapores”, agregó la funcionaria.
En este sentido, solicitó la colaboración de los operadores de las estaciones de servicio para el envío de manera digital de los datos de esos sistemas.
Durante el evento virtual, se explicó que el estudio contempla 14 medidas orientadas a mejorar la calidad del aire en el Valle de México, con el fin de reducir los niveles de emisiones de partículas suspendidas pm 10 y pm 2.5, así como los precursores de ozono, entre otros, no solo de las gasolinas y diesel, sino también por la quema y escape del gas licuado de petróleo (gas LP).
Entre las medidas del programa, destacan la Reducción de emisiones en la distribución del gas LP; Inspección y vigilancia estratégica para el control de las emisiones de gasolinas; Lograr gasolinas menos volátiles en la Megalópolis, y Control de emisiones y uso de combustibles limpios en el sector industrial.
De igual modo, se plantea la detección de vehículos ostensiblemente contaminantes; Normas de emisiones vehiculares y de combustibles; Regulación de emisiones para motocicletas nuevas; Implementación de un nuevo esquema de otorgamiento de los hologramas de verificación vehicular; Fomento a la movilidad sustentable en los viajes al trabajo, y Desarrollo tecnológico para mejorar la calidad del aire.
En este proyecto, además, se verificará durante el periodo comprendido el nivel de cumplimiento de cada estación de servicio de acuerdo con los propios parámetros que indica la NOM-004, datos que se irán monitoreando en una base de datos.
El estudio también tiene la intención de ayudar a la ASEA para el mejoramiento de la NOM-005-ASEA-2016 y eventualmente de la NOM-006-ASEA-2017, relativas al control de las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV).
En ambos casos, con los resultados del análisis, el IMP colaborará con la Agencia para presentar un anteproyecto de Análisis de Impacto Regulatorio (AIR) con base en las mejores prácticas de ingeniería aplicables a la instalación, operación y mantenimiento de dispositivos para la recuperación de vapores en las estaciones de servicio, refirió Francisco Javier Pérez, del IMP.
Respecto al punto relativo al uso de combustibles más limpios en la industria local, Ramiro Barrios, director de Gestión de la Calidad del Aire en Zonas Metropolitanas de la CAME, precisó que se buscará una transición hacia la utilización del gas natural por encima de los combustibles líquidos, además de otras medidas sustentables, como el calentamiento solar de agua para los procesos industriales.
“El gas natural está disponible en ciertas zonas donde hay una red, entonces el punto ahí es incentivar el crecimiento de esa red hacia usuarios que tienen disponible la red pero que no la están usando y también hacer crecer la red hacia otras zonas donde no está”, explicó.
Por otra parte, a pregunta expresa referente a la discusión en torno a la introducción del etanol como aditivo oxigenante en las gasolinas que se consumen en la ZMVM, Ramiro Barrios y Víctor Hugo Páramo, coordinador ejecutivo de la CAME, coincidieron en que ese organismo no se opone a dicha posibilidad, siempre y cuando su utilización no incremente la presión de vapor del combustible, ni represente mayor presencia de reactivos precursores a la formación de ozono.
“Sabemos que en Estados Unidos está permitido, pero está bien regulada la presión de vapor y las emisiones evaporativas”, dijo Páramo. “Pareciera que hay una oposición ciega, solo piden que no se incrementen la presión”, aclaró.
También rechazó que los datos recopilados por cada regulado puedan ser utilizados como un parámetro o argumento por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para suspender o revocar un permiso de operación.