La guerra entre Rusia y Ucrania causó pérdidas por mil millones de euros en el primer trimestre a Wintershall Dea.
De acuerdo con el CEO de la compañía Mario Mehren, el conflicto armado marcó un “punto de inflexión”.
“Las relaciones comerciales con Rusia no pueden ser normales en este contexto. Y no lo serán. No cabe ninguna duda al respecto”, dijo en conferencia con los inversionistas.
La empresa reaccionó pocos días después de que comenzara la guerra, al anunciar la suspensión de la financiación por su parte de Nord Stream 2 e interrumpió los pagos a Rusia. La empresa rechazó rotundamente cualquier nuevo proyecto en el país euroasiático, así como cualquier nuevo proyecto con socios rusos fuera de Rusia.
Las decisiones causaron un deterioro de mil 500 millones de euros en sus activos en Rusia, así como una pérdida trimestral de mil millones de euros.
Sin embargo, los resultados financieros subyacentes de la empresa siguen siendo sólidos y, impulsados por el entorno exterior y la fuerte producción, dieron lugar a una elevada generación de flujo de caja. Además, el apalancamiento de la empresa es el más bajo de su historia y apuntala nuestro sólido balance, detalla su reporte correspondiente al periodo enero-marzo de 2022.
Mehren respondió a las demandas de un embargo de energía y de la paralización inmediata de todos los proyectos actuales en Rusia.
“Entiendo perfectamente los llamados a una prohibición inmediata de las importaciones de gas ruso. Pero también entiendo el complejo dilema al que se enfrenta el gobierno alemán. Supone una gran responsabilidad para Alemania, para su competitividad, prosperidad y estabilidad social”, refirió.
Tras un intenso debate, Wintershall Dea decidió mantener su participación en los proyectos actuales en Rusia.
“Si nos retiráramos, miles de millones de activos pasarían a manos del Estado ruso”, advirtió Mehren.