Los precios internacionales del petróleo volvieron a la senda de crecimiento, impulsados por las preocupaciones en torno a la escasez de oferta mundial.
Al cierre del mercado, el West Texas Intermediate (WTI) el precio de referencia de Estados Unidos, alcanzó 120.10 dólares por barril, lo que representó un aumento de 1.35 por ciento, mientras que el Brent europeo se ubicó en 121.14 dólares por barril, lo que significó una ganancia casi idéntica a la de su par estadounidense.
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, el mercado se enfrenta a dos temores simultáneos: la escasez de la oferta y el incremento de la demanda.
Por una parte, dice la especialista, los participantes del mercado esperan la publicación de los inventarios semanales de Estados Unidos.
Por el lado de la oferta, las preocupaciones provienen del grupo ampliado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+), pues el mercado duda que puedan aumentar la producción petrolera a los niveles acordados en la última reunión.
En otras latitudes, el mercado también prevé afectaciones a la producción de Rusia, debido al embargo aplicado por Europa.
De acuerdo con el reporte mensual de expectativas energéticas de corto plazo de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), la producción de combustibles líquidos de Rusia alcanzará 9.3 millones de barriles diarios en el cuarto trimestre del 2023, contra 11.3 millones de barriles diarios producidos durante los primeros tres meses de este año.
Finalmente, la especialista señaló que un factor que puede disminuir las presiones sobre el precio internacional del petróleo es la expectativa en torno al crecimiento económico global, debido a que el Banco Mundial recortó su expectativa de crecimiento a 2.9 por ciento para este año, desde un pronóstico previo de 4.1 por ciento.