El West Texas Intermediate cerró con su precio más bajo desde el 5 de enero, al ubicarse este viernes en 78.86 dólares por barril, lo que representó una caída semanal de 7.34 por ciento.
El Brent siguió la misma tendencia, al caer a 86.27 dólares por barril, por lo que bajó 5.56 por ciento.
La debacle del petroprecio fue consecuencia de los temores en torno a la actividad económica global y la posibilidad de que caiga en recesión ante las mayores tasas de intereses a nivel global, la desaceleración económica en China y la crisis energética en Europa.
De acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, mencionó que la Agencia Internacional de Energía pronosticó un crecimiento nulo en la demanda para el cuarto trimestre del 2022 debido a las políticas chinas de cero covid.
En segundo término, aseguró que el incremento en las tasas de interés referencial a nivel global restó atractivo a los commodites.
Además, prevén que haya una mayor oferta, debido a que el gobierno de Estados Unidos mencionó el lunes que liberaría 10 millones de barriles adicionales de petróleo de sus reservas estratégicas en noviembre.
Lo anterior se dará como una manera de apoyar a Europa antes de que inicie el embargo de crudo ruso.
Sin embargo, la especialista advierte que los precios pueden provocar que el grupo ampliado de la OPEP realice nuevos recortes a la producción.
Por su parte, comentó Siller, continúan las tensiones geopolíticas entre Rusia y el Occidente, luego de que Vladimir Putin decidió movilizar tropas rusas y respaldó un plan para anexar partes de Ucrania.
Asimismo, el 5 de diciembre entrará en vigor la prohibición de importaciones marítimas de crudo ruso en la Unión Europea, concluye.