Los planes de Petróleos Mexicanos (Pemex) para el pago de su deuda con vencimiento al primer trimestre del año, representan solamente una renegociación de su pasivo o aplazamiento de éste, lo cual no resuelve el problema financiero de la petrolera estatal, coincidieron especialistas consultados por Energía A Debate.
En entrevista, Santiago Arroyo, CEO en Ursus Energy, comentó que el plan que Pemex está diseñando junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) no resolverá su nivel de endeudamiento, ya que se trata solo de un aplazamiento de su deuda y no de una solución a corto o mediano plazo de su situación financiera.
El especialista explicó que el refinanciamiento de deuda es la adquisición de instrumentos financieros y la colocación de bonos para de alguna manera ir renovando la deuda sobre un adeudo anterior.
“Estamos en lo sobreentendido que Pemex tiene una deuda que está sobre los ocho mil millones de dólares y, lo que están buscando es refinanciar cerca de seis mil millones.. Entonces buscan patear la bola con esos seis mil millones de dólares y el resto, poco más de dos mil, están buscando liquidarlo con algún dinero que provenga de Hacienda. Básicamente eso es lo que están haciendo, lo cual insisto, lo único que va a provocar es que se aplace el vencimiento de la deuda”, dijo.
En tanto, Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, agregó que lo más seguro es que Pemex elija su estrategia que utilizó en 2021, que opte por líneas de crédito o emisiones de bonos para poder obtener financiamiento que ayude a liquidar sus pasivos.
Además, dejó claro que la deuda de Pemex aunque explícitamente no está cubierta por el gobierno federal, como se cree, sí podría ser apoyada por Hacienda a través de
una quita fiscal o alguna prórroga en el pago de derechos, con el fin de “obtener liquidez artificial para cubrir lo que le está faltando”.
Sobre la situación financiera de Pemex, ambos especialistas coincidieron en que el riesgo se encuentra en que las políticas de la actual administración, están basadas en planes de refinación y en un modelo de negocios que no se enfoca en aumentar la producción de hidrocarburos, lo que provoca pérdidas a la empresa.
En tanto, Arroyo afirmó que Pemex Transformación Industrial es un “lastre” que provoca a Pemex el 70 por ciento de sus deudas y de sus problemas financieros. “Cuando hablamos de Pemex Transformación Industrial estamos hablando precisamente de la política energética de López Obrador, que tiene el tema del rescate de las gasolinas y el diésel, es decir, del rescate del sector petrolíferos a través del sistema de refinación, la adquisición de Deer Park, y la construcción de Dos Bocas”, dijo.
Refirió que hasta del 80 por ciento de los problemas financieros de Pemex, cerca del 40 por ciento, es decir, casi la mitad proviene de Dos Bocas.
“Es así que más allá de hacer una recolocación de bonos, tomar dinero de las arcas públicas a través de hacienda, o refinanciar deuda, lo que se debería de estar haciendo es una cirugía mayor de reconfiguración corporativa para poder recuperar un poquito de lo que se pueda”, aclaró.