Pese a que el año pasado causó un incremento en los costos de venta promedio de la energía eólica y fotovoltaica, el Costo Nivelado de la Energía (LCOE, por sus siglas en inglés) de estas fuentes renovables bajará entre 45 y 60 por ciento entre 2020 y 2050, señala un estudio de S&P Global Commodity Insights.
En el documento, la consultora internacional señaló que el año pasado los precios de venta combinados de los módulos fotovoltaicos fueron 30 por ciento más altos que en 2018, un incremento similar al que ocurrió en las turbinas eólicas, debido a los choques que sufrieron las materias primas.
Los precios del litio, el níquel y el cobalto aumentaron considerablemente durante los últimos dos años, lo que provocó que el costo de las celdas de batería subieran entre 20 y 30 por ciento.
Por una parte el gasto de capital (Capex) para los proyectos fotovoltaicos del año pasado fue casi 300 por ciento más bajo en comparación con lo que se gastaba hace una década, mientras que el Capex de la eólica onshore bajó 95 por ciento desde 2012. En ese mismo periodo, el costo de las baterías fue 95 por ciento menor.
Además, en las próximas décadas, las energías renovables representarán más de 90 por ciento de la capacidad instalada nueva en el sector eléctrico, lo que implica que la electricidad generada a partir de estas tecnologías superará a la de los combustibles fósiles a principios de la década de 2030.
A la baja en el LCOE, según el estudio de S&P, se suma que el costo de almacenamiento medido en $/kWh bajará entre 35 y 65 por ciento hacia 2050, impulsado principalmente por un incremento en la escala de fabricación, pero es difícil precisar las disminuciones en el costo, debido a la incertidumbre en la cadena de suministro.
Energía fotovoltaica, la de mayor potencial
El estudio abunda que la producción en masa, combinada con las mejoras en la eficiencia de la tecnología fotovoltaica impulsará la caída del Capex entre 55 y 60 por ciento hacia 2050.
La reducción del costo de fabricación de los módulos fotovoltaicos se puede establecer a partir de una relación fija entre el costo de un bien fabricado y la cantidad de la producción, por lo que cada vez que se duplica la capacidad solar instalada acumulada, el costo de fabricación del módulo baja entre 26 y 28 por ciento.
Además, los avances tecnológicos han permitido a los fabricantes reducir la cantidad de materiales de alto costo que utilizan.
Un ejemplo de ello es una reducción en el polisilicio que se utiliza para generar un watt, pues pasó de seis gramos por watt (g/W) em 2010, hasta 2.5 g/W en la actualidad, una proporción que se reducirá en la próxima década, debido al uso de materiales más delgados y más grandes y formas mejoradas de cortar los lingotes en obleas.
Estos avances se aplican también al uso de plata y cobre en módulos, a lo que se suma la sustitución de la impresión de plata por el revestimiento de cobre.
Además, se espera que la eficiencia promedio de las celdas aumente a 25 por ciento en 2030, desde 17 por ciento en 2010.