El próximo sábado, la teoría señala que se inaugurará, ahora sí, de a deveras, la refinería de Dos Bocas y empezará a producir a la mitad de la capacidad.
Sin embargo, hay más indicios de que esta inauguración será una nueva simulación.
Por ejemplo, el área de análisis de S&P pronostica que la planta estará lista hasta 2025.
Ese indicio es sólo la punta del iceberg sobre lo que puede echar a la segunda inauguración simbólica de esta planta, justo cinco años después de que AMLO resultó electo.
Ah, y a todo esto hay que agregarle un incidente registrado el jueves pasado…
¿Le alcanzará el tiempo al presidente para ver funcionar la refinería en su sexenio?
Número a la casa
Es indudable que la inversión privada en el sector energético se comprimió en este sexenio. En suma, México Evalúa estima que la contracción es de 72 por ciento.
En el sexenio pasado después de la aprobación de la reforma energética y al fin del sexenio, el monto ascendió a 10 mil millones de dólares, mientras que para los primeros cuatro años de este gobierno, la cifra fue de dos mil 800 millones de dólares.
En suma, los cambios a las reglas y la incertidumbre, como se ha advertido hasta el cansancio, han ahuyentado la llegada de dinero para hacer crecer un sector del que dependerá el desarrollo del país en el futuro cercano.
Apagones pero por falta de redes
Es cierto que la pasada ola de calor en el país llevó a que la demanda eléctrica llegara a su máximo histórico y que eso prendió alertas en el CENACE, el cual publicó que las reservas cayeron por debajo del seis por ciento.
A pesar de ello, la energía fue suficiente, pero el problema que se notó en los apagones que hubo en algunas zonas del país, es el mismo del que hemos hablado desde hace años, la infraestructura para llevar la energía del punto A, al punto B, o sea la falta de capacidad en las redes, principalmente en los circuitos de distribución.
Y aunque, la inversión es insuficiente en infraestructura de transmisión y distribución, la generación no canta mal las rancheras.
Es una ironía que haya plantas listas que no pueden inyectar energía por el simple hecho que no hay permisos del regulador, y quien sufre es el operador.
Si esta ola de calor es preámbulo de lo que puede venir en los siguientes año, no solo tendremos alertas y emergencias por falta de redes, sino que a éstos habrá que añadirle falta de energía.
La política energética de la 4T de nuevo logra todo lo contrario a un rescate… y va de por medio el servicio a los mexicanos, y eso, que a penas inicia el verano.