Los trabajadores de Pemex pusieron el grito en el cielo ante la propuesta de aumento salarial para su Contrato Colectivo de Trabajo, la oferta es un incremento de 4.2 por ciento al salario y las pensiones.
Y eso no viene de cualquier sección, viene de la 44, que pertenece a los trabajadores de Tabasco, la tierra del presidente y del director general de la petrolera.
La representación sindical consideró que la propuesta es “una miseria”, pues no cubre ni la inflación, pero más allá de rechazar la oferta, criticaron que los que llegaron a dirigir la empresa en este gobierno no saben de petróleo.
“Esta gente que llegó a administrar sin ser petroleros, porque vienen del campo y pensaron que sacar petróleo era como sacar agua, están proponiendo que nosotros los que sí producimos por México recibamos una miseria de aumento de salario”, dijo el secretario general de la Sección 44, José de Jesús Zamudio Aguilera, ante sus agremiados.
¿Y la autosuficiencia?
La Sener presentó el Balance Energético 2022, donde refirió que la autosuficiencia de la energía secundaria, esa que incluye a los derivados del petróleo, cerró el año pasado en 45.2 por ciento de la demanda total del país.
El presidente de México desde mucho antes de llegar a la presidencia dijo que iba a construir refinerías y que una de sus prioridades era la autosuficiencia en gasolinas.
Pues bueno, el documento de la Sener señala que al menos entre 2021 y 2022 no hubo ningún avance en la materia, pues el indicador se mantuvo en 45.2 por ciento en ambos periodos.
La refinería de Dos Bocas sigue sin operar, dicen en Palacio Nacional que está en periodo de pruebas, que ya entró la primera carga de petróleo, pero nomás no queda clara la fecha para el arranque de producción.
Falta menos de año y medio para que concluya el sexenio y con el tiempo encima, la meta de AMLO por la autosuficiencia de combustibles se ve cada vez más lejana, aunque nunca fue precisamente cercana.
No hay agua en el mundo para sostener la transición energética
La Agencia Internacional de Energía acaba de publicar un reporte en el que advierte que la producción global de energía hidroeléctrica ha caído en los últimos 10 años.
Según el organismo internacional, la baja en el factor de capacidad de generación equivale a lo que consume España en un año.
¿El problema?: ¡Sí, adivinó! Las sequías. Estos fenómenos han afectado la producción hidroeléctrica en todo el mundo, pero han pegado principalmente en Canadá, Brasil y la Unión Europea.
Mientras tanto, aquí se presume la estrategia de inversión en la modernización de las plantas hidroeléctricas para avanzar en la transición energética pero ¿cómo producirán energía en el largo plazo cuando el agua es cada vez más escasa?
Además, debemos recordar que en caso de sequía, la gestión del agua da prioridad al consumo humano y al riego que dejando en segundo plano las metas de producción de electricidad
Las hidroeléctricas rehabilitadas hoy, se pueden quedar sin agua ¡mañana!