La primera y la única planta en el mundo de gasificación y carbonización hidrotermal es un proyecto del gobierno de la Ciudad de México con un costo de USD 15 millones, financiado por la Secretaría de Energía a través del Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (FOTASE), el cual fue desarrollado de manera conjunta por la Universidad Autónoma de México y la empresa Green to Energy (G2E).
A este proyecto se sumará USAID, a través de la “Alianza para Ciudades con Emisiones Netas Cero” a fin de contribuir con la identificación y acercamiento de fondos semilla, así como bancos multilaterales y banca privada que permita la construcción de 35 plantas más en la Ciudad de México.
Por su parte, Jene Thomas, jefe de misión de la USAID, comentó que el secuestro de carbón es muy rentable hoy en día, hay mucho interés en el sector privado por lo que, como facilitadores, correrán la voz para identificar donde hay posibilidades para escalar el proyecto.
Asimismo, dijo que “trabajan en países pobres mayormente, donde el cambio climático está teniendo un impacto mayor pero como parte de eso, estamos viendo soluciones en México que, al ser contrapartes, juntos (Estados Unidos y México) podemos ayudar a otros países con proyectos en los que México tiene liderazgo”.
La planta de carbonización hidrotermal tiene el objetivo de convertir la basura orgánica con un 75 por ciento de contenido de humedad en fertilizantes líquidos y en pellets (pequeños trozos) de carbón que presentan un poder calorífico como el que requieren las centrales carboeléctricas y, reducir las emisiones de gases efecto invernadero (GEI).
Según afirmó Daniel Camarena, director de la empresa G2E, el proyecto es altamente sustentable, ya que también se utiliza la poda (ramas) de la CDMX para llevar a cabo un proceso de gasificación y producir la energía que requiere la misma planta, lo que lo hace un proceso cerrado y limpio.
Desde el punto de vista social también es benéfico, ya que la gente podrá trabajar dentro de una fábrica con mejores condiciones laborales y de salud; en materia ambiental, es una excelente alternativa para hacer secuestro de carbono e incluso como el proyecto puede ser replicable y usado para mitigar el sargazo en el Caribe, también generará impacto positivo en el turismo.
La planta podrá ser autofinanciable por el mercado de bonos de carbono, dependiendo de la calidad y precio de estos o por un tipping fee, que es el costo que pagan los gobiernos por disponer de la basura; así como de la venta del fertilizante y de los pellets de carbón.
En la primera planta en su tipo a nivel mundial, localizada en el Bordo de Xochiaca, entrarán 72 toneladas al día de residuos orgánicos y 25 toneladas de madera para obtener 8.7 de carbón y como 50 toneladas de fertilizante líquido.
Con los 36 módulos se tendría la capacidad para tratar dos mil 400 toneladas de residuos orgánicos lo que evitaría al año hasta 885 mil 600 toneladas de CO2e, lo que equivale a retirar de circulación 197 mil vehículos de gasolina al año.
El monto total de la inversión por las 36 plantas de gasificación y carbonización hidrotermal de la Ciudad de México será de USD 270 millones y podrá ser replicable en ciudades de aproximadamente 200 mil habitantes.