La propuesta de Norma Oficial Mexicana (NOM) 163, que regula las emisiones de los automóviles que utilizan combustibles, es regresiva, pues cortó a la mitad el objetivo de reducción de emisiones de CO2 y generará opacidad en la información que proporciona la industria automotriz a los consumidores, señalan asociaciones civiles.
En conferencia de prensa, Gabriela Alarcón, gerente de política de Iniciativa Clima de México (ICM), mencionó que originalmente se planteó una NOM que establecía un potencial de reducción de 18 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e), pero al momento de someterse a consulta ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), el potencial se redujo a 8.9 MtCO2e.
En su intervención, Jorge Villarreal, director de Política Climática de ICM, mencionó que el proyecto de la NOM apareció en automático en la Conamer y aseguró que se desconocen los criterios que implementaron las Secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Economía para presentar una iniciativa diferente a la que se discutió, en un proceso “no transparente”.
Stephan Brodziak, coordinador de la Campaña de Cambio Climático de El Poder del Consumidor, detalló que la norma presentada ante Conamer no obliga a los corporativos a publicar el rendimiento de kilómetros por litro, lo que abona a la opacidad en la industria automotriz.
“Se desincentiva la competencia por el rendimiento entre los corporativos, a través de la presión de mercado que nosotros como consumidores podemos hacer”, advirtió.
Beneficio de largo plazo al bolsillo
Carlos Jiménez, representante del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICTT, por sus siglas en inglés), mencionó en su participación que, si bien la implementación de una reglamentación similar a la de Estados Unidos y Canadá puede incrementar el costo de un auto para el consumidor, la inversión se recupera en cuatro años.
De acuerdo con el estudio Evaluación de la segunda fase de la Norma de Eficiencia Vehicular para vehículos de pasajeros en México, realizado en 2017 por ICTT y citado por el especialista, el costo para el consumidor por la tecnología implementada para mejorar la eficiencia en los autos, sería de mil 800 dólares (poco más de 32 mil pesos), pero la inversión adicional se recuperaría en cuatro años y al considerar un periodo de vida de 20 años, el ahorro total asciende a cuatro mil dólares (72 mil pesos), debido al ahorro de combustible.
Además, al considerar la norma original, que implica la reducción de 18 MtCO2e, el rendimiento promedio pasaría de 15 a 23 kilómetros por litro hacia 2027.
Acusan cabildeo
En su participación, Stephan Brodziak consideró que es posible que exista un cabildeo por parte de la industria automotriz para impulsar una regulación que resulte más laxa.
“El cabildeo de la industria automotriz ha sido fuertísimo como es su práctica en este tipo de normas. Lo hemos visto en control de emisiones y lo hemos visto en la de dispositivos de seguridad vehicular y en esta NOM que es muy importante para ellos”, dijo.
El especialista añadió que el cabildeo para reducir la exigencia no se debe a que la industria no sea capaz de cumplir con las normas, pues exporta más de 80 por ciento de la producción a países con regulaciones exigentes, como la Unión Europea, Japón o Estados Unidos, sino que busca vender sus unidades menos eficientes en mercados como el mexicano que tiene una regulación menos exigente.
“A la industria automotriz en términos corporativos le conviene tener mercados subestandarizados, porque así puede aprovechar el máximo de utilidad sobre una plataforma que ya está amortizada en sus esquemas de inversión, lo que le deja la mayor ganancia”, añadió.