Las energías renovables representarán entre 65 y 85 por ciento de la generación mundial para 2050, estimó la consultora McKinsey & Company.
En su estudio Perspectiva Global de Energía 2023, detalló que hacia 2030 el porcentaje se ubicará entre 45 y 50 por ciento.
La generación de energías renovables, precisa la empresa, será dominada por la solar fotovoltaica, seguida por la eólica.
Sin embargo, el desarrollo de las renovables enfrenta desafíos, desde problemas en la cadena de suministro hasta la lentitud en la obtención de permisos y las implicaciones en el desarrollo de la red.
El estudio añade que la adopción de tecnología nuclear y de captura, utilización y almacenamiento de carbono podría reducir la carga sobre el desarrollo de energías renovables, pero depende del panorama político y de la evolución de los costos.
Finalmente, la compañía espera que el carbón desaparezca gradualmente, pues es probable que aumente la generación de energía a partir de plantas de gas preparadas para hidrógeno, que respaldan la estabilidad de la red.
Acelera inversión
El estudio estima que las inversiones anuales aumentarán en él sector energético entre dos y cuatro por ciento, en línea con el Producto Interno Bruto mundial, hasta alcanzar un rango de dos a 3.4 billones de dólares en 2040.
Además, entre 20 y 40 por ciento de las inversiones energéticas se seguirán destinando a los combustibles fósiles.
Las tecnologías verdes y la transmisión y distribución de electricidad representaron sólo 20 por ciento de las inversiones totales en 2015, pero se prevé que las energías renovables y las tecnologías de descarbonización representen entre el 40 y el 50 por ciento de las inversiones totales para 2040.
Las tecnologías de descarbonización muestran el mayor crecimiento de inversión, entre seis y 11 por ciento anual, impulsado por la fuerte adopción de la infraestructura de carga de vehículos eléctricos y captura de carbono, que en conjunto se prevé que representen la mayor parte de las inversiones en descarbonización para 2040.
Sin embargo, a pesar del aumento absoluto, las inversiones como porcentaje del PIB se mantienen estables entre el 1.2 y el 2.2 por ciento en todos los años y escenarios.