La consultora internacional Mckinsey estimó que las energías renovables acelerarán su crecimiento en esta década y para 2030 aportarán la mitad de la energía a nivel mundial.
Eso se debe a que en algunas zonas del mundo las fuentes verdes ya son la opción de mejor precio para generar energía y construir infraestructura nueva.
De acuerdo con el Global Energy Perspective 2023, el monto aumentará a un rango entre 65 y 85 por ciento hacia la mitad del siglo.
En todos los escenarios, la energía solar es la que más aporta y explica que el aumento de las energías renovables podría reducir las emisiones derivadas de la generación de electricidad hasta 71 por ciento para 2050 en comparación con los niveles actuales, a pesar de que la demanda se duplique o incluso se triplique.
Además de la energía solar y eólica, es probable que aumente la generación con hidrógeno en el largo plazo, a partir de centrales de gas, mismas que pueden sustituir al carbón.
Sin embargo, el documento advierte que la adopción del hidrógeno verde todavía tiene grandes retos, principalmente debido a las necesidades de infraestructuras y a las elevadas inversiones necesarias para lograr un despliegue a gran escala.