El nuevo director general de Petróleos Mexicanos, Víctor Rodríguez Padilla, tomó posesión del cargo esta semana, a la vez que los titulares de las primeras posiciones de la empresa estatal, previa aprobación del Consejo de Administración.
Rodríguez Padilla toma de su predecesor, Octavio Romero Oropeza, una compañía petrolera que no se encuentra en su mejor momento prácticamente en ningún aspecto, con una perspectiva que puede ser ambivalente.
Por un lado, el nuevo titular, junto con los secretarios de Energía y de Hacienda y Crédito Público, deberá sanar en lo mejor posible las quebradas finanzas, además de al menos mantener la producción de hidrocarburos líquidos –que no petróleo crudo— en 1.8 millones de barriles diarios, según la instrucción de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
Por el otro lado, Pemex queda liberado de la “pesada” carga de generar riqueza para la nación, ya que su perspectiva es dejar de ser una Empresa Productiva del Estado, para regresar a ser un organismo público más de la Administración Pública Federal, lo que significa hacer lo que se pueda con el presupuesto que se le asigne y lo que ella misma vaya generando. Nada más.
En este contexto, Víctor Rodríguez recibe un Pemex y un sector de hidrocarburos en las siguientes condiciones.
Hidrocarburos a la baja
Las reservas de petróleo crudo entre el 1 de enero de 2018 al 1 de enero de 2014 tuvieron un descenso de 15.4 por ciento, toda vez que pasaron de los 19.4 mil millones de barriles (mmmb) a 16.4 mmmb, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
El mayor volumen de descenso lo registraron las reservas posibles, o 3P, que cayeron de 7.1 a 5.3 mmmb, esto es, 0.18 mil millones de barriles menos.
Evolución de las reservas de petróleo crudo
(mil millones de barriles)
(Fuente: Comisión Nacional de Hidrocarburos)
Las reservas de gas, por el contrario, aumentaron 16.3 por ciento, al pasar de los 30 billones de pies cúbicos (bpc) a los 34.4 bpc, registrando el mayor crecimiento las reservas probadas, o 1P, con un aumento de 23 por ciento.
Evolución de las reservas de gas natural
(billones de pies cúbicos)
(Fuente: Comisión Nacional de Hidrocarburos)
En total, las reservas cayeron 2,320 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (mmbpce), o 9.1 por ciento, en las 3P, al descender de los 25,466 a los 23,146 mmbpce, según el organismo regulador.
La producción, por su parte, de hidrocarburos también ha tenido un marcado descenso. Al término de 2018, la producción de petróleo crudo se encontraba en 1 millón 823 mil barriles diarios (mbd), más otros 238 mbd de condensados, según informó Romero Oropeza a inversionistas en febrero de 2019.
Para finales de ese mismo año, el volumen ya había descendido a 1 millón 773 mbd.
El objetivo de la estrategia de la entonces nueva administración era detener la caída en la producción, que había presentado una tendencia a la baja desde 2 millones 548 mil barriles en 2012, esto es, una caída de 27.6 por ciento. En aquel entonces, el directivo calculó que Pemex cerraría el sexenio con una producción de 2 millones 480 mbd promedio.
La estrategia estaría enfocada en las actividades extractivas en campos terrestres y de aguas someras, dejando de lado los yacimientos en aguas profundas y los no convencionales, además de dar prioridad a 23 campos catalogados como estratégicos, como Ayatsil, Tsimín, Xux, Ixachi, Manik, Mulach, Cibix, Valeriana, Chocol, Hok, Suuk, Teekit, Cahua, Octli, Uchbal, Pokche, Koban, Jaatsul, Cheek, Tetl, Esah, Xikin y Tlacame,
Sin embargo, la producción no solo no se mantuvo, sino que cayó drásticamente a lo largo del sexenio. Para abril de 2024, Pemex producía solo 1 millón 502 mbd de petróleo crudo, el volumen más bajo al menos de los últimos 30 años, representando una caída de 17.6 por ciento.
(Con información de Petróleos Mexicanos)
Cabe destacar que tanto Pemex como el Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía (SIE-Sener) reclasificaron los reportes de producción de hidrocarburos y juntaron el crudo con los condensados, por lo que desde mayo de 2024 ya no es posible determinar por separado uno de los otros.
Así, el volumen de 1 millón 502 mbd de abril fue cambiado por 1 millón 784,129.
Con este nuevo criterio, a agosto de 2024 Pemex producía 1 millón 752 mil barriles de hidrocarburos líquidos, es decir, crudo más condensados.
Con todo, es poco probable que Pemex alcance para el fin del año la meta de 2 millones 480 mbd, una cifra que a lo largo del sexenio el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue reduciendo para dejarla en 2 millones. Esto bajo el argumento de que es necesario dejar recursos para las siguientes generaciones.
Del lado de las exportaciones, Pemex enviaba al extranjero un total de 1 millón 120 mil barriles diarios promedio al cierre de 2018. Ese volumen bajó a un promedio anual de 1 millón 33 mbd y para agosto del siguiente año había caído a únicamente 731 mil barriles, según datos de la propia empresa, una caída total de 389 mil barriles, o 34.7 por ciento.
En cuanto al gas natural, la producción se ubicaba en 2018 en 3,842 millones de pies cúbicos diarios (mmmpcd), pero al cierre de agosto de 2024, se encontraba en los 3,485 millones. A lo largo del sexenio, la producción ha tenido altas y bajas.
Combustibles más caros
El 2018 cerró con una producción de petrolíferos ubicada en alrededor de los 500 mil barriles diarios, de los cuales el Sistema Nacional de Refinación (SNR) producía un volumen por los 198 mil barriles diarios promedio con una importación que alcanzaba el 71 por ciento de la demanda nacional.
Para agosto de 2024, el SNR había aumentado la producción en poco más de 46 por ciento para ubicarse en 290,118 barriles. Sin embargo, la demanda nacional sigue dependiendo en más de 50 por ciento de las importaciones principalmente de Estados Unidos, con lo que difícilmente se alcanzará pronto la soberanía energética en combustibles, como lo había prometido el mandatario al inicio de su gestión.
Respecto al precio de las gasolinas tipo Magna, con contenido menor a los 92 octanos, y Premium, con igual o mayor de los 92 octanos, así como el del diésel, entre 2018 y agosto de 2024 se incrementaron 27.44, 26.05 y 28.78 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con la información de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), los precios promedio nacionales anuales pasaron, en cada caso, de los 18.33 pesos por litro, a los 23.36 pesos; de los 19.88 pesos por unidad, a los 25.06, y de los 19.49, a los 25.10 pesos por litro, siendo el diésel el combustible con el mayor incremento en el periodo.
(Con información de la Comisión Reguladora de Energía)
La maldición del huachicol
Las pérdidas de Pemex por el robo de combustible son millonarias, tanto en perforación de ductos, como en secuestro de pipas.
El ex presidente López Obrador aseguró en el último día de su mandato que este ilícito había descendido en alrededor de 94 por ciento durante su mandato, por lo que se habían logrado ahorros por 342.9 millones de pesos al 31 de julio de este año.
Fiel a su estilo, culpó a los gobiernos anteriores. Sin embargo, la industria gasolinera ha compartido otros datos que revelan que este problema que lesiona seriamente a las finanzas de Pemex está lejos de haber descendido.
Cálculos de los distribuidores gasolineros del país apuntarían a una comercialización diaria promedio de unos 340,000 barriles diarios de combustibles en el mercado negro, volumen que representa aproximadamente 30 por ciento del total del mercado nacional.
En este sentido, el nuevo director general también recibirá en herencia un problema más surgido durante la administración inmediata anterior. Se trata del huachicol gasero, o de gas licuado de petróleo (gas LP).
En 2019, el gobierno federal lanzó una campaña para abatir el robo de combustibles automotores. La estrategia consistió en cerrar la llave de los ductos de manera que las bandas que extraen ilícitamente este producto ya no tuvieran nada qué sacar de ellos.
El transporte de los petrolíferos, entonces, comenzó a hacerse vía pipas. Sin embargo, la industria distribuidora de gas LP pronto denunció que el picoteo en ductos de este energético y el robo de pipas se incrementó considerablemente.
Asociaciones de gaseros explicaron que las bandas del huachicol tradicional pasaron a robar gas LP, pero en el momento en que Pemex volvió a abrir los ductos de combustibles, estas organizaciones mantuvieron ambos negocios ilícitos. Así, indicaron que el número de tomas clandestinas se incrementó más de mil por ciento entre 2018 y 2023, al pasar de unas 220 a 2,470.
Finanzas dañadas
Respecto a sus finanzas, Pemex también vio incrementar su deuda en 264 millones de dólares (mmdd), ya que aumentó de los 105,792 mmdd a los 106,056 mmdd entre 2018 y el cierre de 2023, montos por los cuales se la ha catalogado como la empresa petrolera más endeudada del mundo.
En parte por lo anterior y en parte por su estrecha relación con las finanzas públicas, es que las principales calificadoras de deuda han reducido sus calificaciones con respecto a Pemex.
En 2018, Standard & Poor’s (S&P) tenía una calificación crediticia de largo plazo en moneda extranjera en BBB+ con perspectiva estable, mientras que Moody’s la tenía en Baa3 con la misma perspectiva. En el caso de Fitch Ratings, la más severa, otorgaba BBB- con perspectiva negativa.
Para abril de 2024, la calificación había cambiado a BBB, estable, en el caso de S&P, en tanto que Moody’s en febrero ya la tenía en B3 cambiando la perspectiva a negativa. Por su parte, a finales de 2023 cambió la perspectiva de la petrolera a estable, pero bajó la calificación en julio pasado a CCC-.
Pemex cerró el 2018 con el pago de derechos 519.8 mil millones de pesos. Para 2019 había descendido a 420.4 mil millones. En 2023, el monto apenas llegó a 291.6 mil millones de pesos.