Conversamos con la Sen. Laura Itzel Castillo Juárez, presidenta de la Comisión de Energía en la Cámara Alta, sobre sus logros en su lucha por la igualdad de las mujeres. Esto es lo que nos compartió en ocasión del Mes de la Mujer.
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Laura Itzel Castillo Juárez no oculta su admiración y reconocimiento por el liderazgo de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, a la cual califica como un referente político-social para las mujeres.
“Las mujeres nos sentimos más acompañadas y con una mayor fortaleza para poder estar en los espacios donde siempre hemos querido estar, que son los espacios de decisión en este país”, expresa.

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Sin olvidar que para escalar es necesario prepararse, la senadora y presidenta de la Comisión de Energía de la Cámara Alta resalta el concepto de “igualdad sustantiva”, introducido en la Constitución por la Jefa del Ejecutivo federal el 15 de noviembre de 2024.
Este término garantiza la igualdad para las mujeres en todos los ámbitos incluyendo, por supuesto, el abatimiento de la brecha salarial.
“La iniciativa de trabajo igualitario, salario igualitario, es una demanda del movimiento obrero y de los grupos feministas, pero que todavía no es una realidad; sin embargo, ya está establecida la igualdad sustantiva en todos los ámbitos, y uno de ellos es el trabajo. Yo creo que es uno de los más importantes”, comenta en plática con Energía a Debate.
Pionera en la lucha por la igualdad
Convencida de que debemos aspirar a una sociedad igualitaria entre mujeres y hombres, Laura Itzel ha sido una incansable luchadora por los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida del país.
Con una intensa trayectoria política, ha sido pionera en lograr que las mujeres vayan ocupando cada vez más espacios de decisión aun con el –para algunos— cuestionable mecanismo de las cuotas de género.
“En los años noventa, participé en el Partido de la Revolución Democrática [PRD] y en las primeras iniciativas”, compartió.
“Planteamos que un 20 por ciento de la lista de consejeros nacionales del interior del partido fuéramos mujeres, lo estábamos proponiendo para el Congreso. También a nivel del Comité Ejecutivo [del PRD]”, agrega.
En principio el esquema fue rechazado tanto por hombres, como por las propias mujeres, quienes consideraban que los puestos se debían ganar por capacidad y méritos, no por cuotas qué cumplir.
“Pero si nosotros venimos de una sociedad patriarcal donde lo que subsiste es una desigualdad porque no ha habido las mismas condiciones, ni para la educación ni para el trabajo, lo que obviamente se refleja en todos lados, no has tenido la posibilidad de desarrollarte”, recuerda Laura Itzel que les contestaba.
El tiempo le daría la razón. Se logró la cuota del 20 por ciento, misma que fue aumentando a 30, después a 40 y finalmente a 50 por ciento.
“Yo me siento una pionera en la lucha por la paridad de género. Lo que puedo decir es que el hecho de que en la actualidad el 50 por ciento sean hombres y el 50 por ciento que seamos mujeres tiene que ver con mi granito de arena, que yo he participado a pesar de que las mismas mujeres de los otros partidos estaban en contra de nosotras de que estuviéramos planteando eso y ahora son beneficiarias de nuestra lucha”, expresa visiblemente orgullosa.

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Crecer entre hombres
Ser la más pequeña de cuatro hermanos y la única mujer permitió que la ahora senadora y presidenta de la Comisión de Energía del Senado de la República esté acostumbrada a exponer sus ideas y argumentos ante sus pares varones, algo que no le representa ningún problema.
“Yo estoy acostumbrada a trabajar con varones porque en mi casa fueron tres hombres y una mujer, yo, la más pequeña. Entonces, tenía que lidiar con mis hermanos y estar brincando con bats, manoplas y balones”, comenta.
Además, es arquitecta por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), egresada en una época en que había muy pocas mujeres estudiando carreras consideradas tradicionalmente de hombres.
En su desempeño profesional también se encuentra haber sido consejera independiente en Petróleos Mexicanos (Pemex), en donde era poco la presencia femenina.
Estas experiencias le han permitido poder desarrollar una gran capacidad para dialogar, negociar y, por qué no, discutir en su carrera profesional y política, sin que se sienta reducida por el solo hecho de ser mujer.
“He estado acostumbrada al debate y a la participación política desde hace muchos años”, afirma.
Habituada a ello, subraya en su gusto por debatir y defender sus ideas, pero al mismo tiempo valora el diálogo y el saber escuchar las opiniones de los demás, un punto esencial en su labor como legisladora.
Cabe recordar que Laura Itzel Castillo fue asambleísta en II Legislatura de la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal y dos veces diputada federal en las LVII y LXI Legislaturas.
Explorar el esquema de mentorías
Laura Itzel Castillo se pronunció por el apoyo y el impulso de las nuevas generaciones de mujeres para prepararse y crecer en el ámbito profesional.
Por ello, coincidió en los beneficios que podría tener un programa de mentorías, muy común en empresas y grandes corporaciones, ahora con la posibilidad de ser promovido también desde las políticas públicas.
“Se debería explorar. Hay que conocer más sobre estas experiencias que se han dado y también ver cuáles son los resultados que se han obtenido”, propuso.
Contra la pobreza energética, juntos mujeres y hombres
La senadora por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en diferentes ocasiones ha destacado que uno de los principales puntos relevantes de las reformas regulatorias en materia de energía que se están realizando desde el Legislativo es el que se devuelve a las empresas del Estado, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), su sentido social.
En este esfuerzo va incluido el abatimiento de la pobreza energética, un problema sobre el cual analistas y actores públicos coinciden que afecta más a las mujeres.
“Tiene que haber energía eléctrica en todos los rincones de la Patria y tiene que producirse el petróleo para el desarrollo de nuestro país para incorporar desde luego mano de obra”, dice quien tuvo la fortuna de conocer en persona al ex Presidente Lázaro Cárdenas del Río.
Para lo anterior, aclara, se requiere de la participación por igual tanto de las mujeres, como de los hombres.
“Para que pueda haber justicia energética, tenemos que estar los hombres y las mujeres. Esta visión complementaria es la que nos puede dar luz para que podamos combatir la pobreza energética”, enfatizó.

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Y, sobre ello, hizo un recordatorio a los varones:
“Todos los hombres son hijos de mujeres y, por lo tanto, tenemos que trabajar en conjunto para las transformaciones que se necesitan en nuestro país”.