Se requiere acceso a servicios gracias a una fuente confiable de energía, física y económicamente accesible para todos, con impactos ambientales mínimos.
RODOLFO RUEDA BALLESTEROS*
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el 19% de la población mundial no tiene acceso a la electricidad y 39% es dependiente en los recursos de la biomasa tradicional (definición y modelado de acceso a la energía, 2016). La Agencia define a un hogar con acceso a la energía como un hogar “con un acceso confiable y asequible a una instalación de cocina, una primera conexión a la electricidad con un nivel de consumo mínimo y luego un nivel creciente de consumo de electricidad en el tiempo para llegar a la media regional” (World Energy Outlook 2016 – Metodología para el Análisis del Acceso a la Energía, 2016). Esta definición toma en cuenta dos nociones importantes: el acceso progresivo a la energía y la pluralidad de uso (electricidad y cocina). Sin embargo, esta definición es válida para las poblaciones más pobres, porque se limita a una visión orientada al hogar, pero a la larga esto debe ampliarse para el desarrollo económico.
Teniendo en cuenta esto, el acceso a la energía no es simplemente una cuestión de disponer de un recurso de energía, el reto tiene tres vertientes: permitir un aumento de acceso a servicios gracias a una fuente confiable de energía, física y económicamente accesible para todos, con impactos ambientales mínimos.
Se estima que el rápido crecimiento demográfico en los países en desarrollo mitigará los esfuerzos realizados a favor del acceso a la energía. Debido a su impacto a gran escala en el potencial de generación nacional, a menudo se prefieren todos los proyectos principales de generación de energía eléctrica sobre los sistemas de suministro de sistemas de cocción limpia que satisfagan las necesidades a un nivel individual.
Estas necesidades de acceso a la energía representan un mercado potencial importante, pero también son un problema fundamental en el desarrollo. Se estima que las poblaciones en la base de la pirámide (BOP mercado) actualmente gastan 37 billones de dólares por año en la compra de fuentes de “energías tradicionales” (Current Situation, Challenges and Outlook).
En este sentido, el creciente número de iniciativas nacionales, internacionales y privadas ha ayudado a dar soluciones técnicas al acceso a la energía. Sin embargo, para alcanzar el objetivo de acceso a la energía universal, a juicio del autor existen cinco grandes desafíos que tendrán que ser abordados:
1. Precios de la energía.
2. Financiamiento de equipo.
3. Distribución.
4. Cambio de escala.
5. Cuidado ambiental.
1. Precios de la energía
Hoy en d ía las te cnolo gías d isponibles en acceso a la energía ya son competitivas. Mejoras recientes y reducciones en el precio de tecnologías en energía solar fotovoltaica, componentes electrónicos asociados y almacenamiento de información, permiten ofrecer a la población una fuente de energía sostenible, la cual es muy competitiva con alternativas tradicionales. De igual forma, las estufas mejoradas son ya sistemas muy asequibles que se apagan rápidamente por el ahorro de combustible que estas permiten (aproximadamente 6 meses en una zona urbana).
El costo de fuentes de energía tradicionales es usualmente más alto que el costo total de sistemas de acceso a la energía, con un nivel de servicio que es al menos equivalente (ver figura abajo). Recursos locales disponibles, extensión de la red, el precio local de los combustibles fósiles y diversos factores influirán en las diferentes soluciones, por lo tanto, para ser real a menudo más complejos (especialmente los sistemas eléctricos) que sus contrapartes tradicionales, requiere una capacidad local de mantenimiento.
Con este nivel de competitividad, un porcentaje importante de la necesidad de acceso a la energía podría convertirse en una realidad con las tecnologías sostenibles, que representan un mercado de más de 37 billones de dólares (Current Situation, Challenges and Outlook, 2014)). Será posible, con mejoras tecnológicas y reducción de costos que mejora la competitividad de las tecnologías de acceso a la energía sostenible y en comparación con fuentes de energía tradicionales, proponer un mejor nivel de servicio a la población. El servir a las poblaciones con menores niveles de ingreso seguirá siendo un desafío que no será posible resolver sólo con las reducciones de costos.
2. Financiamiento de equipo
Cabe mencionar que actualmente existen soluciones competitivas de acceso a la energía, y que los costos (a menudo altos) de inversión en soluciones de acceso a la energía sostenible se han hecho rápidamente rentables en comparación con los gastos generados por las soluciones tradicionales. Debido a los altos costos de soluciones en energía sostenible, las poblaciones rurales están en una desventaja frente a la población urbana, por lo que es un reto esencial hacer asequibles estas soluciones de energía para los usuarios finales.
El correcto financiamiento para los usuarios finales puede hacer una diferencia para proyectos de energía que van dirigidos a las comunidades más pobres.
Desde hace más de una década en los países en desarrollo, las microfinanzas han jugado un papel fundamental en la financiación de los sistemas energéticos, ya que las instituciones microfinancieras (IMF) adaptaron sus operaciones estándar para la financiación de sistemas energéticos. En las zonas rurales de Bangladesh, Grameen Shakti, una empresa sin fines de lucro vinculada al Banco Grameen, ha ayudado a proporcionar electricidad a 8 millones de personas a través de “casas solares”, así como 500.000 estufas mejoradas (Current Situation, Challenges and Outlook, 2014)). El Grameen Bank desarrolló instrumentos de microcrédito con el objetivo de ofrecer facilidades de pago mensual a los usuarios finales para adquirir estos sistemas fuera de la red.
Los microempresarios y las microfinancieras trabajan en forma tripartita mediante préstamos para comprar sistemas de energía de los proveedores. Sin embargo, las áreas rurales escasamente pobladas y los hogares más pobres quedan excluidos a menudo de estas medidas económicas. En los países en desarrollo, las soluciones mencionadas han tenido éxito en el desarrollo de redes de telefonía móvil y pueden ser replicables en el sector energético.
Debido a ciertas estructuras de agrupación como las cooperativas de electrificación rural, alrededor de las cuales se pueden desarrollar mini-redes, la barrera del costo inicial puede ser superada. Estas organizaciones desempeñaron un papel importante en programas de electrificación rural en el sur de Asia (Indonesia, Filipinas e India en particular) gracias a su habilidad de beneficiar a los hogares y las actividades productivas en un vasto número de pueblos (actual Situación, retos y perspectivas, 2014).
3. Distribución
El problema logístico de la última milla se da cuando los técnicos de energía deben enfrentar el reto de alcanzar físicamente a sus clientes potenciales. Los desarrolladores de proyectos de sistemas fuera de la red en áreas rurales remotas y poco pobladas, están enfrentando un reto de distribución debido a que las restricciones geográficas y demográficas llevan a la segmentación de las redes de distribución y dificultan el establecer presencia local a los proveedores de soluciones de energía.
La falta de infraestructura vial representa el mayor obstáculo para el desarrollo de redes de distribución y cadenas de abasto, además de generar sistemas de energía más costosos para los usuarios finales. Debido a la distancia de recursos de biomasa desde las áreas urbanas y periurbanas, estas son las que tienen problemas de distribución en cuanto a elaboración de alimentos.
Algunas compañías han desarrollado redes de franquicias usando las redes de economía local, tales como las redes de estaciones de servicio, para vender kits solares para contrarestar las restricciones geográficas y para alcanzar poblaciones rurales. Las ONG´s e IMFs locales también son puntos importantes que funcionan como aliados para los distribuidores. En algunas áreas rurales y remotas, los proveedores de soluciones de energía pueden contar con lo revendedores que venden de puerta en puerta y se autofinancian a través de un porcentaje de las ventas realizadas.
Su excelente conocimiento del contexto loca y la relación de confianza que tienen con las comunidades locales, son frecuentemente cruciales para alcanzar a los clientes potenciales. En adición a las dificultades logísticas, la distancia que existe hasta los mercados rurales potenciales ocasiona que los desarrolladores de sistemas fuera de la red tengan solamente un conocimiento muy fragmentado de ellos. Esta dificultad representa una barrera mayor para el proveedor y distribuidores, y un obstáculo para la distribución eficiente de sistemas de acceso a la energía en estas áreas.
4. Cambio de escala
Para poder alcanzar el objetivo de acceso universal a la energía, las soluciones para acceder a ella tienen que ser desarrollados a una escala mayor. Es importante que la adaptación al contexto local con el diseño de las soluciones de energía que estén en línea con las poblaciones locales en cuanto a sus características culturales, geográficas, demográficas y económicas.
Hay dos rutas posibles para avanzar en el acceso a la energía a larga escala (Current Situation, Challenges and Outlook, 2014):
• El crecimiento de los proyectos que inician a una escala pequeña, administrados por emprendedores que son parte del contexto local y tienen un potencial limitado de reproducibilidad.
• La diseminación de soluciones de energía estándar que están diseñadas para ser usadas en contextos muy diversos.
El desarrollo de proyectos locales puede ser retrasado significativamente debido a procedimientos administrativos gravosos y a los costos de transacción. De la misma manera, los planes de negocio iniciales de proyectos piloto raramente contienen soluciones de fondeo para fases futuras, incluyendo cambios de escala. Sin embargo, compañías privadas, organizaciones gubernamentales nacionales e internacionales, han desarrollado iniciativas con el objetivo de apoyar a este sector y están proveyendo apoyo financiero, técnico y organizacional a los emprendedores. Por ejemplo, la iniciativa de las Naciones Unidas para la Alianza Global para Estufas Limpias (GACC) estableció el objetivo de equipar a 100 millones de familias con estufas mejoradas para el 2020.
Actualmente hay nuevas oportunidades para diseminar ampliamente soluciones de energía que son simples pero apropiadas para muy diversos contextos locales, tales como la reducción constante del costo de equipo de producción de energía renovable descentralizado y la estandarización progresiva de productos tales como el kit solar. Para incrementar la reproducibilidad de estas soluciones de energía, la capitalización y diseminación de mejores prácticas bajo el apoyo de organizaciones internacionales representa un factor significativo para incrementar la reproducibilidad de estas soluciones de energía.
5. Desempeño ambiental
Si consideramos que los proyectos de acceso a la energía son financiados por las autoridades, hace sentido el tomar en cuenta el impacto ambiental de las soluciones de acceso a la energía, integrando un razonamiento basado en el ciclo de vida completo de los sistemas.
La creación de canales locales de reacondicionamiento y reciclaje de baterías reduciría el impacto en la salud humana, lo mismo que la huella de carbono de estos sistemas. Dada los escases de canales locales de reciclaje, se generan impactos potenciales a la salud humana que van más allá a aquellos debidos a la emisión de un generador.
Este ejemplo demuestra la importancia de proyectos de acceso a la energía con un diseño ecológico, para asegurar su sustentabilidad y para reconciliar los objetivos de desarrollo con los objetivos de protección ambiental.
* Abogado y Filántropo Mexicano. Presidente de la fundación Fomento Mexicano para el
Desarrollo Sustentable, A.C. Abogado en el sector energético. @Rodolfo_Rueda Agradecimiento especial a la contribución de Mary Carmen López.