En agosto de este año, la venta de gas LP tocó su mínimo desde la pandemia, de acuerdo con datos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En el mes de referencia, el volumen de venta de gas licuado de petróleo (gas LP) se ubicó en 129.6 millones de pies cúbicos diarios, la cifra más baja desde junio de 2020, año de la pandemia, cuando el indicador se ubicó en 128.7 millones de pies cúbicos al día.
El sector del gas LP se ha visto envuelto en distintos problemas para repartir el combustible en la última milla, desde que el gobierno federal implementó el esquema de precio máximo al público, en 2021.
Distintos representantes del sector han señalado que con el esquema de precios máximos, se afecta el margen operativo para el sector, lo que implica menores recursos para situaciones básicas, como el mantenimiento de las unidades.
Apenas en enero de este año, el Gremio Gasero Nacional (GGN) advirtió que suspendería la distribución de última milla de gas ante la falta de recursos por el corto margen operativo.
El Gremio, que cobija a los llamados comisionistas que transportan el energético a los hogares mexicanos de las plantas de distribución, informó después de una reunión con autoridades de la extinta Comisión Reguladora de Energía (CRE) para tratar el precio de venta al público, que el margen de ganancia no es suficiente para sus operaciones.
Sin embargo, los gaseros afirmaron que no recibieron una respuesta por parte de la Comisión, cuyos funcionarios los instaron a reunirse “con más autoridades en la materia que regulan este tema”.
“La Comisión reguladora de energía nos comenta que NO está en sus manos y en el rango de su autoridad dar una solución de manera inmediata a nuestra petición, y la única respuesta que obtuvimos es generar una nueva reunión con más autoridades en la materia que regulan este tema”, refirió el Gremio a medios de comunicación.
Además, a inicios de este mes, la Secretaría de Energía (Sener), a través de su titular, Luz Elena González Escobar, anunció dos nuevas normas que reforzarán la regulación del transporte de última milla.
Las nuevas disposiciones obligarán a las empresas a comprobar el programa de mantenimiento ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
Igualmente deberán cumplir con la revisión física de las condiciones de hermeticidad y presión hidrostática, para mejorar la seguridad de las instalaciones, trabajadores y consumidores.
Las normas incluyen una capacitación periódica de los operadores de las pipas de transporte y distribución, así como controles de velocidad para las unidades.
En marzo de este año, el Gremio Gasero Nacional advirtió después de una nueva manifestación por el tope de precios, que el margen de utilidad insuficiente resultó en una ola de despidos, afecta la seguridad operativa y pone en riesgo el abasto oportuno del combustible.
La tarifa actual, dijeron, no permite cubrir los costos mínimos para la distribución de gas LP.