La Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) aceptó la denuncia presentada por la senadora panista Xóchitl Gálvez, por un presunto conflicto de interés entre la empresa Baker Hughes y la familia de José Ramón López Beltrán, el hijo del presidente de México.
La legisladora advirtió que quien tendrá la última palabra sobre el conflicto de interés y posibles actos de corrupción será el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión de Valores de Estados Unidos, donde ambos ya aceptaron las denuncias.
El anuncio de la panista ocurrió un día después de que Baker Hughes para México y Latinoamérica dijo que no tuvo conocimiento del contrato que celebró Keith Schilling con la señora Carolyn Adams para la renta de una casa de alto valor económico, ubicada en Houston, y en realidad no tenía porqué saberlo, según Bob Perez, vicepresidente de Baker Hughes en México.
Con esta conferencia de prensa, convocada a última hora ayer en Pemex, ambas empresas pretendieron desechar cualquier tipo de conflicto de interés; sin embargo, además de la denuncia de la senadora mexicana, un grupo de inversionistas de Baker Hughes enviaron una carta a la Junta Directiva y también presentaron denuncias ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la SEC, procesos que están pendientes de resolverse.