El gobierno de Estados Unidos fijó su postura respecto a la política energética mexicana, pues la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) consideró que el rumbo que sigue la administración federal mexicana muestra un “deterioro”.
En un comunicado, la oficina dirigida por la embajadora comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, señaló que las acciones del gobierno mexicano buscan aumentar el control estatal y limitar la competencia en el sector energético.
Por otra parte, en la reunión que tuvo lugar la semana anterior, los asistentes, que incluyeron legisladores y ambientalistas advierten de problemáticas como retrasos permanentes en los permisos para incrementar la generación de energía renovable, así como cierres en terminales de combustible.
Estas acciones, abundaron, afectan la confianza para los inversionistas internacionales en el país.
El organismo que dirige Katherine Tai señaló que las políticas energéticas nacionales dañan al medio ambiente; los intereses comerciales bilaterales y a los inversionistas estadounidenses en múltiples sectores.
Por ello, Tai señaló que la oficina que dirige mantendrá los análisis para definir si el país está cumpliendo con sus obligaciones dentro del Tratado México-Estados Unidos- Canadá (T-MEC).
La emisión de la postura del USTR surgen mientras la bancada de Morena en la Cámara de Diputados anunció que el próximo 13 de abril se votará el dictamen de la Reforma Eléctrica en el pleno de esa instancia legislativa y, en caso de ser aprobada, será enviada al Senado.
Del otro lado de la frontera, varios legisladores estadounidenses enviaron cartas tanto a la secretaria de Energía, Jennifer Granholm; al USTR, así como al presidente Joe Biden sobre la Reforma Eléctrica que impulsó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.