El precio del WTI cerró este jueves en 86.85 dólares por barril, el valor del referente estadounidense se ha encarecido más de 10 por ciento en las últimas nueve sesiones y se acerca a los 90 dólares por barril.
Sin embargo, de acuerdo con el banco privado Julius Baer, el incremento no se justifica por los fundamentos del mercado.
Norbert Rücker, jefe de economía e investigación de Next Generation de Julius Baer dijo que la marca de 90 dólares por barril se convirtió en un imán demasiado fuerte para que los precios lo ignoraran.
En un estudio, el experto señaló que los recortes sauditas están en gran medida compensados por sus pares, incluido Irán, y es poco probable que China agregue mucho al crecimiento de la demanda mundial de petróleo en el futuro, dadas sus desafíos económicos y su rápida transición energética.
El especialista menciona que la situación fundamental del mercado petrolero no requiere reducir el suministro.
“La medida es una forma burda de elevar los precios y los flujos de efectivo. Las naciones consumidoras occidentales son comparativamente silenciosas al respecto en la arena geopolítica, y en su lugar usan su influencia detrás de bastidores. Las sanciones sobre el petróleo ruso e iraní son ejecutadas de manera muy laxa en estos días”, dijo el especialista.
Las exportaciones de petróleo de Irán se expanden y parecen compensar ya más de la mitad de los recortes sauditas.
Mirando más allá de las naciones petroleras, el sólido crecimiento de la producción de Brasil y Canadá, y las expectativas de una producción de shale más estable en Estados Unidos, en general, pintan un panorama de suministro más cómodo, añadió Rücker.
Por otra parte, el consumo del hidrocarburo de China juega un papel y, con los desafíos económicos que enfrenta y el cambio hacia la electromovilidad es poco probable que su economía tenga un fuerte crecimiento de la demanda de petróleo en el futuro.