La empresa Vestas expresó su confianza en que durante la presente administración federal se retome la actividad del sector de la generación eoloeléctrica en el país, principalmente ante la emisión de la nueva regulación.
“Apostamos a que se retome la actividad a partir de las definiciones [regulatorias] que han salido”, dijo André Bortolazzi, Head Technical Sales Solutions LATAM de la firma de origen danés.
En una reunión con medios celebrada este mediodía, el directivo dijo que por ahora ya se preparan para los desafíos del sector de la generación a partir del viento, ante un escenario de mayor actividad comparado con el sexenio pasado.
Cabe recordar que a lo largo del gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador se emitieron regulaciones y otras normatividades dirigidas a detener los proyectos renovables, principalmente eólicos. Incluso, en marzo de 2020, en gira por Baja California, el ex mandatario criticó la presencia de los aerogeneradores del parque La Rumorosa y aseguró que no se darían permisos a este tipo de proyectos que “afecten el medio ambiente”.
En agosto de este año, la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) refirió que todavía están parados tres parques eólicos, con una capacidad conjunta de 400 megawatts (MW), en espera de que se liberen sus permisos.
Por su parte, Vinicius Ribeiro Niedzwiecki, Head of Power Plant Solutions, comentó hoy que durante la administración anterior el único proyecto en el que Vestas pudo participar fue en el parque eólico Cimarrón, de 319 MW, promovido por Sempra Infraestructura, también en la zona de La Rumorosa, entre los municipios de Tecate y Ensenada.
“Nosotros nos quedamos mucho tiempo sin nuevos proyectos en México. El proyecto que logramos vender en años recientes es Cimarrón, un proyecto que simplemente logramos vender porque no conecta en México, [sino que] conecta en Estados Unidos”, dijo el ejecutivo.
El Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico (PLADESE), emitido en octubre pasado por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, contempla agregar poco más de 28 mil MW de capacidad instalada nueva, de los cuales alrededor de 80 por ciento corresponderían a energía renovable y limpia, es decir, unos 22 mil 400 MW.
La idea, de acuerdo con el Plan, es que la iniciativa privada financie 6 mil 400 MW de esa capacidad renovable.
Zonas de bajo viento
Bortolazzi expuso que algunas empresas desarrolladoras de parques eólicos están empezando a voltear a zonas del país en donde el recurso del viento no es tan abundante como en los sitios tradicionales, como lo han sido los estados de Oaxaca, Tamaulipas y el norte de la Península de Baja California, por ejemplo.
Lo anterior, en parte, gracias al avance de la tecnología y, además, porque no solo la disponibilidad del viento es lo que determina la viabilidad de un proyecto.
“El viento no es el único factor que determina la competitividad de un proyecto. Hay múltiples factores que van a impactar en la productividad del negocio, como la complejidad del terreno, la infraestructura para llegar a la planta, o la situación social local”, enlistó.
En este último punto, subrayó la importancia de que el proyecto tenga en cuenta a las comunidades locales para que sea completamente sostenible.
“La atractividad es medible de manera multidimensional”, concretó.
Refirió, asimismo, que el viento en la Península de Yucatán “es bajo” si se compara con otras regiones, pero no es mal lugar para instalarse.
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