El aspirante a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que, de ganar las elecciones, eliminará la “obligación” sobre los autos eléctricos, debido a que ésta y las demás políticas de “energía verde” estimulan la inflación que causa el encarecimiento de los productos del país.
“Voy a poner fin a estas obligaciones sobre los coches eléctricos desde el primer día. Esto va a salvar a la industria automotriz de la destrucción y le ahorrará a los consumidores miles de dólares por coche”, afirmó ayer en su primer discurso como candidato oficial por el Partido Republicano.
Con esta advertencia, Trump reiteró su promesa ante los empresarios del sector petrolero estadounidense de eliminar la regulación ambiental implementada por el actual mandatario, Joe Biden, que da impulso a las energías limpias e incentivos para el desarrollo de la electromovilidad en la Unión americana.
“Vamos a ponerle fin a ese ridículo uso que está estimulando la inflación con esta estafa de la energía verde y el pacto verde”, criticó en su discurso en el marco de la Convención Nacional Republicana de Milwaukee.
Según su opinión, la política de energías renovables ha encarecido el costo de los energéticos a los consumidores.
Tan solo en abril pasado, Biden anunció una inversión por 7 mil millones de dólares para desarrollar proyectos de generación solar fotovoltaica en el país mediante el programa “Solar for All” (Solar para Todos).
En 2023 había dado a conocer para este año un presupuesto por 1.4 millones de dólares para la implementación de una red nacional de cargadores para vehículos eléctricos, más otros 1.3 millones destinados como subvención para la reducción de carbono, adicionales todos a 1.7 millones más para subvencionar lo que llamó la “resiliencia” del transporte terrestre ante peligros originados por el cambio climático.
“Vamos a usar ese presupuesto para puentes y carreteras y no vamos a dejar que se use en estas farsas”, dijo por su parte Trump.
Dos días antes, el ex presidente norteamericano arremetió contra las empresas armadoras chinas que se han estado estableciendo en territorio mexicano y cuya producción de vehículos eléctricos, en su mayoría, se exporta hacia los Estados Unidos, todo ello bajo la protección del tratado comercial de América del Norte, conocido como TMEC.
“Que fabricantes de automóviles chinos se establezcan en México para aprovechar las reglas comerciales del TMEC y envíen vehículos eléctricos de precio megabajo a Estados Unidos es un escenario que aterroriza a la industria automotriz estadounidense”, exclamó en una entrevista al medio local Business Week.
En este sentido, el candidato republicano prometió ayer frenar las importaciones de autos chinos mediante una política proteccionista, a la vez que dará facilidades para retomar la industria del petróleo y gas.