El FIDE promueve programas en aprovechamiento eficiente de la energía.
Juan Rubén Zagal León*
El sector industrial representa en México alrededor del 60% del consumo nacional de energía eléctrica, por lo que el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) apoya a las empresas industriales, con asesoría técnica y financiamiento a fin de que sustituyan sus equipos tradicionales e ineficientes por otros de alta eficiencia energética.
Por lo anterior, se deben dirigir esfuerzos importantes a la industria en materia de ahorro y uso eficiente de la energía eléctrica, a fin de lograr un alto impacto. Este trabajo resume los apoyos que ofrece el FIDE a los usuarios industriales para hacer un uso más eficiente de su consumo eléctrico.
Antecedentes
El ahorro de energía eléctrica tiene su origen en la necesidad de contribuir a elevar la productividad de los sectores industrial, comercial y de servicios; en mejorar la economía familiar; en la búsqueda del suministro suficiente y oportuno de este recurso con los menores costos y también, de manera fundamental, en lograr un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer las de las futuras generaciones para satisfacer las propias, que es la definición más aceptada del significado del desarrollo sostenible.
El mundo moderno no es concebible sin la disponibilidad de las actuales fuentes de energía. Para que la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica sea factible, se han impuesto tecnologías que hacen posible este proceso y que permiten que el mismo opere, contribuyendo así a la evolución socioeconómico del mundo actual.
Considerando lo anterior se puede afirmar que, en términos generales, se ha avanzado en el proceso de alcanzar un suministro de energía eléctrica acorde con las demandas de los sectores productivos y de la sociedad en su conjunto. Asimismo, se sigue investigando y desarrollando tecnologías tendientes a optimizar todos los aspectos relacionados con la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica; sin embargo, a partir del entorno energético mundial, y desde el momento en que se ha logrado crear una conciencia sobre la necesidad de alcanzar un desarrollo sostenible, basado en la preservación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, se enfrenta un nuevo desafío que consiste en el uso eficiente de la energía.
Es prioritario establecer estrategias y estimular la investigación y desarrollo tecnológicos que aseguren el aprovechamiento más eficiente de los recursos energéticos. Adicionalmente al reto de encontrar nuevas técnicas y producir equipos eficientes, deben diseñarse programas y estrategias que impulsen su penetración en el mercado.
La experiencia mexicana en la ejecución de programas para impulsar el ahorro de energía eléctrica y los logros obtenidos han sido muy significativos por lo que la experiencia de México plantea importantes posibilidades para extrapolar algunas de las estrategias a otros países de la región, proceso que se ha iniciado hacia Centro y Sudamérica.
Programa del ahorro de energía eléctrica en el sector industrial
El FIDE es un organismo privado no lucrativo que otorga financiamiento con tasas preferenciales a las industrias para la sustitución de equipos ineficientes por otros de alta eficiencia energética, a fin de reducir sus costos de facturación eléctrica y de operación, aumentando su competitividad. Asimismo, apoya diagnósticos energéticos y proporciona asistencia técnica a grupos corporativos y empresas con elevados consumos de energía eléctrica.
La industria que recibe financiamiento del FIDE, paga el crédito y sus intereses con base en el flujo de efectivo que generan los ahorros de energía eléctrica de las medidas aplicadas en sus instalaciones. Se atienden empresas de diferentes ramas industriales como cemento, vidrio, siderurgia, minera, papel, automotriz, galvanoplastia, metalurgia, autopartes, química, metalmecánica, alimenticia, bebidas carbonatadas, plástico, textil, entre otras.
Entre las actividades que actualmente se realizan para promover la eficiencia energética en la industria, se encuentran las siguientes:
1. Realización de proyectos demostrativos
Su objetivo fundamental ha sido comprobar la factibilidad técnica y la rentabilidad económica de los proyectos de ahorro de energía eléctrica, que abarca desde la realización de diagnósticos energéticos, hasta la aplicación de medidas y la implementación de programas integrales de optimización energética, que incluye esquemas de organización específicos a nivel de empresa y grupos corporativos industriales, así como en establecimientos y cadenas comerciales y de servicios.
El estímulo fundamental para los participantes en este tipo de proyectos, ha sido el otorgamiento de tasas preferenciales que están por debajo de la banca comercial y las inversiones que se realizan se cubren con los ahorros energéticos y económicos que se obtienen con la realización de los proyectos.
Las medidas más frecuentes han sido la adquisición e instalación de equipos de alta eficiencia, como son motores, compresores de aire y refrigeración, bombas, sistemas de iluminación, así como el apoyo para la instalación de dispositivos que permiten optimizar el uso de la energía eléctrica, tales como variadores de velocidad y controles de demanda y automatización, entre los más importantes; y, por último, el financiamiento para hacer modificaciones en procesos, máquinas de proceso de mayor eficiencia energética o la sustitución del uso de energía eléctrica por otras fuentes de energía más limpias.
El primer beneficio para las empresas es el económico, ya que con la sustitución de sus equipos eléctricos, antiguos u obsoletos por otros de alta eficiencia, se logra la disminución de su facturación eléctrica, así como la modernización de sus procesos productivos; asimismo, los equipos eficientes requieren menos gastos de mantenimiento y tienen una mayor confiabilidad en su operación con relación a los convencionales y, adicionalmente, cada vez que se ahorra energía eléctrica, existe una disminución en la quema de combustibles fósiles para la generación de electricidad, lo que se traduce en una disminución en la emisión de contaminantes al medio ambiente.
Los beneficios a nivel nacional incluyen el aumento de competitividad del sector productivo y la preservación del entorno ecológico.
2. Apoyo a grupos corporativos y formación de comités de ahorro de energía eléctrica.
En el caso de grupos corporativos que se conforman por varias empresas, a fin de implementar un programa de ahorro de energía eléctrica interno, es primordial contar con el apoyo de los niveles directivos y posteriormente integrar un grupo de trabajo al que se le denomina “Comité de Ahorro de Energía Eléctrica”, el que en varias ocasiones tiene relación con acciones de calidad y conservación del medio ambiente.
El Comité realiza diagnósticos energéticos en las instalaciones de las plantas que integran el grupo y, con esto, se identifican áreas de oportunidad, en lo que se refiere a la optimización del uso de la energía eléctrica para posteriormente realizar los proyectos de implementación.
Un ejemplo de esto es la participación del FIDE en reuniones de trabajo del Comité de Ahorro de Energía de Grupo KUO, el que se conforma por empresas de diferentes giros industriales, tales como rama automotriz, química y alimentos. Con los líderes de proyectos de cada planta, se definen las acciones de ahorro de energía eléctrica a llevar a cabo, se intercambian experiencias de éxito de proyectos novedosos y se establecen programas de trabajo con fechas definidas para la presentación y realización de proyectos.
Así como a Grupo DESC, el FIDE proporciona asistencia técnica a otros grupos industriales mexicanos con una mecánica similar y, actualmente, se proporciona asistencia a Grupo IUSA, Vitro, Condumex, Cementos Cruz Azul, Cementos Apasco, Grupo Dana, Comex, Rassini, Capamex, Kemet, entre otros grupo importantes.
Además de la asesoría técnica sobre cómo evaluar proyectos de ahorro de energía eléctrica, el FIDE proporciona información para la identificación y evaluación de medidas de ahorro, se les proporcionan referencias de consultores certificados, proveedores de equipos eficientes, así como el financiamiento para la realización de los proyectos de ahorro de energía eléctrica que proponen las plantas industriales.
3. Desarrollo y fortalecimiento de firmas consultoras en el campo de eficiencia energética.
Un elemento esencial en el impulso del ahorro de energía eléctrica, ha consistido en desarrollar infraestructura de servicio en este campo, lo cual ha sido posible al desarrollar firmas consultoras nacionales que tienen recursos humanos calificados en materia de eficiencia energética, a fin de dar respuestas efectivas a las necesidades de la empresas industriales en materia de diagnósticos energéticos y aplicación de medidas de ahorro, además de que cuentan con equipos de medición adecuados para la realización de proyectos.
El contar con firmas de consultoría especializadas es, a la vez, otro detonador del mercado, ya que dichas firmas son las promotoras de sus propios servicios, lo que asegura un crecimiento más rápido.
4. Intensos programas de difusión y diseminación de información.
Los resultados de los proyectos han sido la materia prima de los diversos impresos utilizados para la difusión, los cuales ofrecen información a las empresas de las acciones y medidas que permiten obtener atractivos ahorros económicos, mediante reducciones en el consumo de energía eléctrica.
El material publicado proporciona información a otras empresas de la misma rama industrial, quienes cuentan con recomendaciones prácticas para realizar proyectos de ahorro de energía eléctrica al revisar qué han hecho empresas de similar giro industrial.
5. Promoción de una mayor participación de fabricantes y distribuidores de equipos y dispositivos ahorradores.
Los resultados de los proyectos demostrativos y programas del FIDE, han despertado un mayor interés de los fabricantes y distribuidores de equipos eficientes que han visto en la eficiencia energética un mercado potencial para productos.
Además de estimular el interés de este sector, se ha procurado promover su participación, no sólo asegurando un suministro suficiente y oportuno de equipos, sino también induciéndolos a ofrecer esquemas de comercialización que hagan más atractiva la adquisición de tales equipos por parte de los consumidores.
6. Formación de recursos humanos especializados en ahorro de energía eléctrica.
Un elemento clave en el proceso de promoción del ahorro de energía eléctrica en las empresas industriales, es contar con personal técnico calificado capaz de evaluar y realizar proyectos de ahorro de energía eléctrica en sus plantas.
Asimismo, incluye el conocimiento de equipos de medición necesario para realizar diagnósticos energéticos, mediciones en los principales equipos consumidores y obtener perfiles de carga que permitan evaluar los diferentes sistemas y equipos de plantas industriales.
7. Creación de una cultura sobre ahorro de energía eléctrica.
A fin de asegurar la permanencia del ahorro de energía y crear hábitos conscientes de su buen uso, se desarrollan programas de concientización entre el personal y empleados de las empresas, a fin de llevar el ahorro de energía eléctrica no sólo a sus instalaciones de trabajo sino hasta sus domicilios. Se realizan campañas internas de promoción, se involucra al personal en concursos, propuestas y se colocan carteles alusivos al ahorro de energía eléctrica.
El efecto multiplicador se obtiene a través de la promoción de proyectos de ahorro de energía eléctrica en las principales industrias, cadenas de establecimientos comerciales y de servicios del país, al igual que en las principales cámaras y asociaciones de ese sector y de otras empresas del mismo giro.
CONCLUSIONES
En México los resultados alcanzados han motivado una mayor participación de los diferentes agentes involucrados, ya que se ha pasado de planteamientos generales a resultados concretos que han implicado importantes ahorros de energía eléctrica y beneficios tangibles para todos los participantes.
Se ha demostrado que los proyectos de ahorro de energía eléctrica son técnicamente factibles y económicamente rentables y que las inversiones que se realizan se pagan con base en los ahorros económicos obtenidos en los proyectos.
* Ingeniero electricista, egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional. Desde 1994, colabora con el FIDE, donde actualmente tiene el cargo de Gerente de Industria en la Subdirección de Proyectos y Desarrollo Regional.