Redacción / Energía a Debate
Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) diseñaron e instalaron una planta microhidroeléctrica en una granja piscícola del Estado de México, misma que funcionó sin electricidad durante casi treinta años.
Los estudiantes de Ingeniería en Sistemas Ambientales de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN, María Guadalupe Lara Sosa y Jorge Siles Navarrete, con asesoría del investigador Jorge Alberto Mendoza Pérez, dedicaron dos años al diseño y construcción de la tecnología que se instaló en la granja “Las Alamedas”, ubicada en San Mateo Nopala, en esa entidad.
El IPN informó que los estudiantes y el académico desarrollaron el proyecto en beneficio de la sociedad cooperativa que opera el negocio piscícola y detalló que el sistema tecnológico fue construido con fondos de proyectos institucionales del IPN, mientras que algunos socios de la granja colaboraron en su instalación.
La tecnología aprovecha el caudal natural que alimenta las piletas del truchero para generar de manera continua un flujo eléctrico, se mueve a baja velocidad y es capaz de producir electricidad (1.2 Kilowatts/hora y 10 Amperes) con poco caudal (20 litros por segundo), explicó el Instituto.
Lo anterior es posible gracias al innovador diseño, añadió, cuyo componente principal es una rueda hidráulica con características únicas en sus elevadores.
Aunque la microhidroeléctrica funciona sin ningún problema, a los socios de la cooperativa les interesó que se le incorporaran algunos componentes para que fuera un sistema híbrido, por lo que se modificó el diseño original para que fuera capaz de producir electricidad a partir de energía hidráulica, eólica y fotovoltaica, abundó el IPN.
“Para la operación de la pequeña planta aún se gestionan los permisos correspondientes ante las autoridades municipales y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”, comentó Mendoza Pérez.