La industria del gas natural comprimido realizará inversiones por alrededor de los 200 millones de dólares entre 2021 y 2022, pero advirtió que aún falta infraestructura para poder llevar el energético a las zonas del país apartadas del sistema de gasoductos.
El presidente de la Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular (AMGNV), Andrés Bayona, explicó que las inversiones que la industria planea en infraestructura para el periodo rondan los 150 millones de dólares, pero podrían llegar a los 200 millones considerando las necesarias para la adquisición e instalación de equipos nuevos, como vehículos, talleres, estaciones de servicio y módulos de transporte, entre otros.
“Realmente la inversión de lo que se hizo este año y lo que está en ejecución, de lo que se puede hacer en 2022, pueden ser inversiones cercanas o superiores a los 200 millones de dólares”, estimó en conversación con Energía a Debate.
El líder de la industria destacó el reconocimiento que han hecho las autoridades sobre la importancia del gas natural vehicular y, sobre todo, del gas natural comprimido (GNC) para el desarrollo económico y social del país, pese a que la industria se detuvo en el contexto de la pandemia por la COVID-19 y el freno regulatorio que ha implementado la presente administración federal.
“El gobierno está viendo con buenos ojos la oportunidad de llevar este beneficio a millones de mexicanos”, señaló. “Sí se han liberado proyectos de gas natural por ducto, pero también proyectos de gas natural por transporte por ruedas a regiones apartadas”, agregó.
Al respecto, refirió que este 2021 se detonaron más de 20 proyectos nuevos y previó que en el próximo año habrá aportes de otros 50 proyectos complementarios.
Bajo la primicia de “Somos parte de la solución”, la AMGNV promueve el uso del gas natural por ser un energético económico, ecológico y seguro que ayuda al desarrollo social, por lo que considera que es necesario llevarlo sobre ruedas a las zonas apartadas del sistema de gasoductos y que, por ende, no cuentan con él.
Bayona también enfatizó en que el transporte de GNC sobre ruedas requiere de inversiones mucho menores que la instalación de ductos, cuyo costo por kilómetro supera el millón de dólares.
“Para desarrollar el gas natural comprimido se necesita un consumidor, una industria, una demanda”, apuntó y resaltó que la implementación de los módulos de transporte y las estaciones de compresión y descompresión son proyectos a desarrollar mucho más rápidos que la instalación de los gasoductos.
Por ello, para el próximo año y subsecuentes, la Asociación se ha planteado extender el abasto de GNC a las regiones apartadas de los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Colima, Nayarit, Baja California y la Península de Yucatán, además de las regiones mineras y otras zonas en donde no se prevé en el corto plazo la instalación de gasoductos.
RETOS DEL SECTOR
En días recientes la AMGNV realizó su última asamblea del año en la que se analizaron los resultados y se propuso un plan de trabajo para el próximo ejercicio.
Entre los primeros, la Asociación aseguró que a pesar de la pandemia por el coronavirus y que hubo una parálisis regulatoria de las autoridades en los primeros nueve meses, los resultados fueron similares a los registrados en 2020.
Así, en materia de GNC, se pudieron detonar 23 proyectos de punto de entrega a partir de septiembre.
Actualmente se encuentran asociados más de 60 puntos de expendio y 19 talleres de conversión, repartidos en el territorio nacional.
En el renglón del gas natural vehicular las cosas no fueron tan buenas, ya que en algunas estaciones de carga se registró una disminución en el expendio del energético incluso de hasta 40%, principalmente por la detención de algunos autobuses y taxis que dejaron de circular.
Ante ello, el líder del gremio Andrés Bayona hizo un llamado a los asociados para estructurar un plan de conversiones para el próximo año, ya que el reto son 50,000 unidades que circulan en el país, según citó cifras el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
También propuso un Plan Nacional de Reactivación que vincule a todos los actores del sector del gas natural, incluidas las empresas energéticas internacionales que operan en el país; talleres de conversión y mantenimiento; instituciones financieras; marcas de autobuses, tractocamiones y demás vehículos; proveedores de equipos y de software, entre muchas más.