El Fideicomiso para el Desarrollo Regional del Sur-Sureste (FIDESUR) pretende impulsar proyectos de energías renovables, principalmente eólica y solar, para la producción de hidrógeno verde y amoniaco verde, a partir del aprovechamiento del gran potencial que existe en esa región.
El FIDESUR plantea el desarrollo de dos grandes clústers energéticos correspondientes a las regiones del Istmo de Tehuantepec y la Península de Yucatán, desde los cuales se produciría hidrógeno verde cuyos principales consumidores en una primera etapa serían las empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), al sustituir el uso del gas natural.
En una segunda etapa, el energético se exportaría, dijo Guillermo Woo Gómez, coordinador ejecutivo de FIDESUR.
“En la sustitución de procesos en Pemex en la industria petrolera, hay una demanda potencial para este nuevo energético, pero también hay una demanda global. Si México desarrollara excedentes en la producción de hidrógeno verde, también hay mercados internacionales que están buscando este energético”, explicó en conferencia de prensa.
En refinación, Pemex consume alrededor de 1,200 millones de pies cúbicos de gas, más otros 600 millones en petroquímica. Para la extracción de hidrocarburos líquidos su consumo puede alcanzar los 800 millones y en sus procesos de cogeneración otros 400 millones.
Respecto al amoniaco verde, Woo Gómez dijo que ya existe interés de compradores en Alemania.
Respecto al esquema de financiamiento de los proyectos, el planteamiento del Fideicomiso es mediante Asociaciones Público-Privadas (APP).
En este sentido, reconoció que por el momento la producción de hidrógeno verde es más caro que el hidrógeno gris, este último producido a partir de la electrólisis con base en gas natural.
Una de las razones, expuso, es que México se encuentra en la zona geográfica con los precios del gas más bajos del mundo.
Este jueves, el precio del millón de unidades térmicas británicas (mmBTU) del gas referencial Henry Hub se encontraba en tan solo 2.19 dólares.
“En este momento el hidrógeno verde es más caro que el hidrógeno que ellos utilizan en sus procesos que es el hidrógeno gris”, explicó en referencia a Pemex.
“La única forma de que estos puedan asumirse de una manera sostenible es la generación masiva de energías renovables para que el costo de la electricidad para la electrólisis baje y el costo del hidrógeno sea asequible para un esquema de costos de estas empresas”, añadió.
Dos zonas potenciales
En desayuno con medios de comunicación, organizado por Iniciativa Climática de México (ICM), el FIDESUR expuso el potencial en energías renovables de las regiones del Istmo y de la Península de Yucatán.
En la primera, destacó Woo el potencial eólico tanto en tierra como en mar, principalmente en la cuenca sur del Istmo, un área en donde no hay problemas por la ocupación de las tierras.
Ahí, expuso, se detonaría un eslabonamiento regional de cadenas de valor en la fabricación de los componentes para los aerogeneradores, electrolizadores y todos los componentes de las renovables.
En la Península de Yucatán, el coordinador ejecutivo del Fideicomiso resaltó los proyectos de gasoductos en construcción en la región, como la ampliación del ducto marino Puerta al Sureste y la expansión del gasoducto Mayakan, que alimentarán a las centrales de ciclo combinado a construirse en la península.
En esta zona, además, se pretende aprovechar las condiciones favorables para la producción de energía eléctrica solar y eólica, además de la baja profundidad de la plataforma continental, sobre todo en la zona de Ciudad del Carmen, en donde se aprovecharía la experiencia en instalación de infraestructura marina que desde hace décadas opera en la zona para la industria petrolera.
Es importante mencionar que el FIDESUR planteó como una solución sustentable a la producción del hidrógeno verde la utilización de agua marina, con la finalidad de no distraer el agua potable para los procesos de electrólisis.
Óscar Arellano, consultor en temas económicos y financieros e inversión para proyectos regionales, citó cifras del Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos que indican que en el Sur-Sureste mexicano existe un potencial eólico de 744 gigawatts (GW). “Con esto se podría cubrir tres veces la demanda de México hoy en día de energía eléctrica”, apuntó.
Prosperidad compartida
Si bien aún no se ha presentado el proyecto ante los funcionarios que conformarán la próxima administración federal de Claudia Sheinbaum Pardo, Woo Gómez indicó que los proyectos de producción de hidrógeno verde y de generación eléctrica a partir de fuentes renovables contribuirán de manera significativa a la creación de empleos y al bienestar de las comunidades asentadas en las dos regiones.
Lo anterior, en línea con la política de la futura presidenta de la prosperidad compartida generada de las inversiones.
“No hemos tocado base con ellos, esperamos que a partir de hoy ellos puedan conocer el enfoque porque estos temas sin duda son materia de la gente que está en el sector energía. Nuestra propuesta es incorporar una visión territorial y de acción regional en estos dos polos”, comentó.
En este sentido, el Fideicomiso prevé que el desarrollo de los proyectos renovables, de gas, de hidrógeno verde y de amoniaco verde también ayudarán a detonar otras industrias, como la siderúrgica, metalúrgica, metalmecánica, electromecánica, automotriz, aeroespacial, entre otras.
“De esta manera, se puede hablar de una transición energética realmente justa desde el punto de vista social”, apuntó.