Al parecer, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, ya está dejando en claro que sí a la continuación de la 4T, que sí al segundo piso, que sí qué bonito fue el gobierno anterior, pero en los próximos seis años la que manda es ella.
Le comentamos esto porque ahora que ya tomó posesión del cargo, la mandataria federal refrendó su compromiso de campaña de impulsar las energías renovables por sobre los combustibles fósiles, totalmente en sentido contrario a la política de su antecesor, la cual vimos condensarse en la llamada “Ley Combustóleo”, un proyecto de reformas a la Ley de la Industria Eléctrica que, afortunadamente, no prosperó.
Al margen de la discusión sobre si es viable o no sustituir el crecimiento de la demanda de energía total del país solo con energías limpias, el solo hecho de redireccionar el rumbo del país hacia la descarbonización del sector energético y, en general, de la economía siempre se reconocerá.
Solo esperemos que este esfuerzo no signifique un sacrificio para las ya de por sí muy lesionadas finanzas públicas, ni mucho menos implique más endeudamiento. Allá afuera hay millones de dólares en manos de inversionistas deseosos de canalizarlos a México. ¿Qué esperan?
¿Privados en extracción de petróleo?
Nos llamó la atención que en el proyecto de dictamen de la reforma a las empresas estratégicas –entiéndase Pemex y la CFE— apareció la semana pasada una modificación en el texto que podría abrir la posibilidad de que las empresas privadas, siempre sí, puedan participar en la extracción de hidrocarburos, al menos mediante contratos.
La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados modificó de último momento las reformas al Artículo 27 de la Carta Magna que permitiría que las “empresas del Estado” puedan contratar con privados.
Esto nos regresaría por allá de 2004 cuando una reforma por el ex presidente Vicente Fox Quezada permitió los tan controvertidos Contratos de Servicios Múltiples y posteriormente llegarían los no menos criticados Contratos de Servicios Integrales, entre otros esquemas de participación privada.
La modificación al proyecto de dictamen tendrá que ser evaluado y discutido en el Pleno, algo que podría pasar justo este día o mañana, además de pasar por el filtro del Senado y, más allá, los detalles en las posteriores leyes secundarias.
¿Será que la secretaria de Energía, Luz Elena González, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el director de Pemex, Víctor Rodríguez, ya pidieron a los diputados una manita ante las ya muy marcadas limitaciones de la petrolera estatal? No estaría mal.
Kamala ya se vio
La que ya se ve en el “tú a tú” con Claudia Sheinbaum es Kamala Harris, candidata a la presidencia de los Estados Unidos. La semana pasada, la abanderada de los demócratas envió una felicitación a la ahora mandataria mexicana y “para luego es tarde” propuso agenda de trabajo binacional.
Migración, economía y, por supuesto, energía son los temas que Harris puso en la mesa porque ella ya se vio despachando desde la Oficina Oval. En el discurso, ambas líderes han expresado su intención de impulsar iniciativas e inversiones en energías renovables, pero quizá lo interesante esté en los detalles de cómo hacerlo en cada lado de la frontera.
Pero el que no ha tenido la cortesía hacia Sheinbaum es Donald Trump. De hecho, al niño rebelde de la política norteamericana lo único que se le ocurrió la semana pasada fue amenazar con imponer aranceles de 200 por ciento a las importaciones de autos desde México.
Con esto queda clara la seriedad de la relación entre ambos países que otorgan los aspirantes al gobierno estadunidense. Nosotros no tenemos favorito, pero el ex mandatario no ayuda.