La Diputada Rocío Abreu nos recibió en las oficinas de la Comisión de Energía, la cual preside, en San Lázaro. Ahí nos compartió sus experiencias y las razones por las cuales más mujeres deben llegar a puestos de toma de decisiones.
Rocío ha sido víctima de la violencia política, solo por hacer respetar los espacios de toma de decisiones que las mujeres han ido ganando en la vida pública del país. No es la única, pero ella siempre ha trabajado para que eso no suceda.
Originaria de Campeche, Rocío Adriana Abreu Artiñano es licenciada en Derecho con especialidad en Derecho Fiscal por la Universidad Tecnológica de México. Actualmente ocupa una posición de gran relevancia para México al desempeñarse como presidenta de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados, justo en un momento en que el tema energético se encuentra en el centro de la agenda de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, por su impacto social.
Con larga trayectoria en el Poder Legislativo, tanto local como federal, Abreu Artiñano ha pasado por episodios en donde el acoso y la agresión han estado presentes tan solo por ser mujer, mismos que llevaron a un secuestro, cuyo objetivo era evitar que ocupara su bien ganado cargo como senadora para la LXIV Legislatura.
Afortunadamente todo salió bien, pero el hecho dice mucho del largo camino que falta por recorrer para alcanzar un nivel razonable de igualdad, ya que muchas otras lo han sufrido y otras más lo siguen padeciendo.
“Imagínate si no voy a saber lo que es violencia política y violencia física”, dijo en conversación con Energía a Debate.
Por ello, la diputada federal resaltó la importancia de que más mujeres lleguen a cargos de liderazgo y de toma de decisión, entre otras cosas, para acabar con cualquier tipo de violencia hacia la mujer, incluida la económica.
“Las mujeres no solo debemos llegar, sino debemos llegar a servir”, agregó.

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Su llamado es claro: la llegada de mujeres a espacios de toma de decisión debe traducirse en acciones concretas para promover la equidad.
Pobreza energética, mujeres y empresas públicas
En las oficias de la Comisión de Energía en San Lázaro, la legisladora por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) refirió que el acceso a recursos energéticos sigue siendo un problema en muchas comunidades del país, en donde las principales afectadas son las mujeres, uno de los temas que le preocupan.
“Las que más sufren la pobreza extrema son las mujeres”, lamentó.
La falta de infraestructura y de acceso a energía no solo limita el desarrollo económico de las comunidades, sino que afecta directamente la calidad de vida y la salud de las mujeres, quienes tradicionalmente son las encargadas del hogar, la adquisición de alimentos y de todo lo que se necesita, además de la crianza, explicó.
“Si sacamos a la mujer de la pobreza, sacamos a la familia y a la comunidad”, sentenció.
Por ello, admiradora de Sheinbaum por ser la primera mujer presidenta del país, su liderazgo y temple ante situaciones difíciles, Abreu se refirió a la reciente reforma constitucional impulsada por la mandataria que transformó a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de empresas “productivas” a empresas “públicas” para devolverles su enfoque social.
Explica que, bajo el nuevo esquema, las ganancias de áreas rentables de cada una se utilizarán para subsidiar a aquellas otras que no lo son pero que llevan energía –sea eléctrica o en combustibles— a las comunidades que tradicionalmente no los han tenido porque no resulta rentable para las empresas privadas.
“No es negocio llevar electricidad o diésel a comunidades de apenas 300 habitantes, pero se cumple con la función social”, subrayó.
Este enfoque, sumado al programa de electrificación de comunidades “Páneles del Bienestar”, también impulsado por la Sheinbaum, busca garantizar el acceso a la energía en todo el país sin depender de la infraestructura en redes.
Insistió al respecto en que estos esfuerzos son esenciales para cerrar la brecha de desigualdad.
Sheinbaum, ejemplo de inteligencia emocional
Para Abreu, la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República representa un avance significativo en la lucha por la equidad de género.
“Me siento muy representada”, expresó con orgullo.
Pero más allá, de entre las cualidades de la Jefa del Ejecutivo federal, resaltó su inteligencia emocional, además de su capacidad de análisis y su firmeza ante situaciones complejas, como la que hoy en día se ha presentado en las relaciones bilaterales entre México y el gobierno del presidente norteamericano, Donald Trump.
“Somos compañeros, colaboradores, socios, pero México es autónomo. A México se le respeta, es libre y soberano”, recalcó al referirse a la postura de Sheinbaum frente a los Estados Unidos.
En la plática con este medio, la diputada aprovechó igualmente para notar la capacidad de Sheinbaum para gobernar con equilibrio, sin dejarse llevar por provocaciones de ningún tipo.
¿Qué hacer para impulsar la participación de las mujeres?
La legisladora consideró que la igualdad depende de un cambio cultural y en las políticas públicas, pero eso debe ser motivado, o empujado, por los cambios sociales.
“Los cambios sociales empujan los cambios culturales y políticos porque los que nos dedicamos a la política obedecemos al sentir social”, subrayó.
Y quién más que ella misma que ha dedicado años en actividades en pro de los derechos de las mujeres, como su afiliación a diversas organizaciones, como el colectivo 50+1, sin dejar fuera sus constantes participaciones en foros, seminarios, pláticas y cualquier otra acción que favorezca el crecimiento profesional y liderazgo femenino.
Aunado a ello, se propuso con entusiasmo a participar en programas de mentorías y pasantías que vinculen a las jóvenes profesionistas con los sectores público y privado.
En este sentido, reconoció la conciencia y acción de las nuevas generaciones en equidad y, además, en sostenibilidad y cuidado ambiental.
Asimismo, como presidenta de la Comisión de Energía, Abreu ha impulsado la participación de las mujeres en el sector energético, promoviendo su inclusión en órganos reguladores y en puestos de liderazgo.
“Estamos rompiendo techos de cristal”, afirmó con determinación.
Para ella, la lucha no termina con alcanzar posiciones de poder, sino con garantizar que cada vez más mujeres puedan acceder a ellas y transformar la realidad desde dentro.
Por último, desde la política energética hasta la igualdad sustantiva, Rocío Abreu dejó claro que el compromiso debe ser de todas y todos, inclusive generacional.
“Si llegamos, tenemos que agradecer y seguir esa lucha que hizo mi bisabuela, mi abuela, mi madre. Y yo estoy obligada a hacerlo para las siguientes generaciones”, concluyó.