La empresa energética anglo-holandesa Shell Plc anunció este martes que dejará de comprar petróleo y gas de Rusia, luego de recibir críticas la semana pasada.
En el contexto del conflicto bélico desatado por las operaciones militares especiales rusas en territorio de Ucrania desde la última semana de febrero, Shell adquirió petróleo tipo Urales, el mejor de Rusia, a precio de descuento.
“Estamos perfectamente conscientes de que nuestra decisión de la semana pasada de comprar un cargamento de crudo ruso para refinarlo en gasolina y diesel, a pesar de haberlo hecho pensando en la seguridad de los suministros, no fue la correcta y lo lamentamos”, dijo la empresa en un comunicado dado a conocer hoy.
La semana pasada adquirió el petróleo de Rusia con un buen descuento de unos 28.50 dólares por barril.
La empresa, al mando de Ben van Beurden, también dijo que las ganancias limitadas y que queden del volumen de petróleo ruso que será procesado, se destinarán a un fondo. En este sentido, agregó Shell, trabajará con sus socios y con las agencias humanitarias en los próximos días para determinar el destino de los recursos de dicho fondo.
Por lo pronto, Shell anunció medidas inmediatas con respecto a las compras de hidrocarburos a Rusia, que consisten en dejar de comprar crudo ruso “de inmediato” en el mercado al contado y no renovar los contratos a plazos.
También dijo que, en estrecha consulta con los gobiernos, está cambiando su cadena de suministro de petróleo crudo para eliminar los volúmenes rusos. “Haremos esto lo más rápido posible, pero la ubicación física y la disponibilidad de alternativas significan que esto podría demorar semanas en completarse y conducirá a una reducción del rendimiento en algunas de nuestras refinerías”, aclaró.
Asimismo, señaló que cerrará sus operaciones de estaciones de servicio, combustibles de aviación y lubricantes en Rusia. “Consideraremos con mucho cuidado la forma más segura de hacerlo, pero el proceso comenzará de inmediato”, añadió.
De igual forma, indicó que iniciará la retirada gradual de los productos petrolíferos rusos, el gas de gasoducto y el GNL. “Este es un desafío complejo. Cambiar esta parte del sistema energético requerirá una acción concertada por parte de los gobiernos, los proveedores de energía y los clientes, y la transición a otros suministros de energía llevará mucho más tiempo”, comentó.
MIENTRAS TANTO, CHINA ENTRA A RUSIA
Al contrario de las empresas occidentales, que están realizando acciones para salir del mercado ruso y cancelar contratos con empresas locales, el gobierno de China está en conversaciones con los directores de las compañías estatales de la nación asiática para analizar las oportunidades de negocio e inversión en activos rusos.
La estrategia es comprar activos y aumentar las áreas de negocio en Rusia, especialmente en los sectores de la energía y de las materias primas, principalmente en el gigante gasero Gazprom y el productor de aluminio United Co. Rusal International, según reportó esta mañana Bloomberg.
El gobierno de Beijing ha entablado reuniones con los directores de las estatales China National Petroleum Corp (CNPC), China Petrochemical Corp., Aluminium Corp. of China y China Minmetals Corp., según citó Bloomberg fuentes cercanas a las pláticas.
“Cualquier acuerdo sería para reforzar las importaciones de China a medida que intensifica su enfoque en la energía y la seguridad alimentaria, no como una muestra de apoyo a la invasión de Rusia en Ucrania”, dijo la fuente anónima.
Otras fuentes confirmaron a Bloomberg que ya se han iniciado algunas conversaciones entre empresas chinas con rusas.