La Inteligencia Artificial (AI, por sus siglas en inglés) está empezando a ayudar a las empresas energéticas en sus actividades, como los descubrimientos de petróleo y gas, o para optimizar la demanda energética, aunque uno de las barreras que debe superar es la sostenibilidad por su alto consumo de energía.
“En el sector energético, la AI generativa está acelerando el descubrimiento y la innovación”, aseguró The Economist Intelligence Unite (EIU).
En su reciente reporte “AI: from experimentation to implementation? Generative AI – use cases and election risk” (AI: ¿de la experimentación a la implementación? AI generativa, casos de uso y riesgo en la elección), la Unidad de Inteligencia ejemplificó lo anterior con el caso de la empresa anglo-holandesa Shell que, en mayo de 2023, anunció la colaboración de SparkCognition, un proveedor de herramientas de inteligencia artificial de Estados Unidos, con la intención de acelerar la obtención de imágenes y exploración de estructuras subterráneas como apoyo para el descubrimiento de petróleo.
Asimismo, citó el caso de Cosmo Oil, de Japón, que creó un gemelo digital de sus tres instalaciones de refinación y está utilizando la IA generativa para procesar los datos históricos.
Un gemelo digital es una representación digital en computadora de un activo o instalación física.
“[Esto] ayudando a la empresa a optimizar procesos como el diseño del sitio, el mantenimiento cronogramas y estimaciones de producción”, refirió EIU.
AI en el sector automotriz
La industria automotriz está adoptando la AI generativa para distintos propósitos y los autos eléctricos no podían estar fuera.
De acuerdo con EIU, las marcas Volkswagen de Alemania y la sudcoreana Kia se encuentran entre los fabricantes de vehículos que utilizan AI generativa para lanzar chatbotsque permiten al conductor controlar vocalmente varias funciones dentro del vehículo, como infoentretenimiento, navegación y aire acondicionado, para mejorar la experiencia de conducción.
Explicó que los chatbots también se emplean con fines publicitarios y de marketing. Por ejemplo, la alemana Mercedes Benz ha creado una herramienta de chatbot mediante la red social Facebook para ayudar a los posibles compradores a personalizar su vehículo preferido y reservar una prueba de manejo.
Mientras, Renault de Francia ha creado una campaña publicitaria conversacional para desafiar las ideas preconcebidas de los compradores de automóviles sobre los vehículos eléctricos.
Sostenibilidad, riesgo para la AI generativa
El documento considera que a medida que continúe la implementación de la AI, la sostenibilidad se convertirá en una barrera importante, dado que los sistemas generativos utilizan mucha electricidad y tienen una gran huella de carbono.
“La IA seguirá implementándose en 2025, pero esperamos que el foco principal esté en la sostenibilidad”, previó.
Retomó los datos del informe sobre electricidad 2024 de la Agencia Internacional de Energía (AIE) que señaló que la demanda mundial de electricidad de los centros de datos, impulsada por el uso de IA, podría duplicarse entre 2022 y 2026, añadiendo a la red el equivalente al consumo nacional de Alemania.
“Los reguladores ya están investigando el tema. En los EE. UU., en marzo de 2024 se propuso la Ley de Impactos Ambientales de la Inteligencia Artificial de 2024 para evaluar y mitigar el impacto ambiental de la IA; sin embargo, es poco probable que se convierta en ley antes de las elecciones de noviembre de 2024”, consideró la EIU.
Igualmente, dijo que la Unión Europea está más por delante, ya que la Comisión Europea adoptó la Directiva de Eficiencia Energética (DEE) en marzo de 2024, que Alemania ya ha implementado como ley.
Añadió que a partir de septiembre de 2024, los operadores de centros de datos deberán informar sobre algunos temas como el volumen de datos, el uso de energías renovables o la utilización de residuos para reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono.
En su documento, la EIU también trata el uso de la AI generativa en otros sectores, como los bienes de consumo, los servicios financieros y la salud, además de dedicar un apartado al contenido generado con Inteligencia Artificial y su impacto en las elecciones y en la democracia en el mundo.