El sector energético seguirá en la senda de equilibrarse este año, en sintonía con la creciente demanda de energía, que superará los niveles de 2019 al cierre de este año, estimó la calificadora internacional Moody’s Investor Services.
Entre los principales beneficiarios del sector destacan los precios del petróleo y del gas, pues la incertidumbre sobre el crecimiento en el suministro respaldará los precios del hidrocarburo en niveles cercanos a 70 dólares por barril, así como los altos precios del gas natural.
“Si bien el ritmo de mejora en la industria se reducirá en 2022, las condiciones fundamentales mejorarán más en los sectores de refinación y marketing (R&M) y servicios de yacimientos petrolíferos y perforación (OFS)”, menciona el estudio.
Esto ocurre en el año posterior a la reunión de la COP-26, que si bien promete acelerar la descarbonización de la economía global, hay un aumento en la demanda de petróleo y gas natural, lo que representa un obstáculo para el progreso.
En el sector privado, Moody’s prevé que la calidad crediticia de las grandes petroleras mejorará aún más en 2022, debido a que tendrán un mayor flujo de caja y mantendrán la disciplina sobre el gasto de capital.
Sin embargo, las compañías petroleras nacionales (NOC, por sus siglas en inglés), lucharán con su papel de garantizar la seguridad energética y la presión continua para pagar más dividendos e impuestos a los patrocinadores del gobierno que desconfían de los mayores déficits fiscales y el creciente malestar social.
La agencia advierte que la agenda energética y ambiental que impulsan gobiernos y reguladores determinarán las estrategias comerciales de las empresas de petróleo y gas y el acceso a los fondos que tanto necesitan para crecer y garantizar la seguridad energética. “El riesgo político representa un peligro particular para las NOC en América Latina”, mencionó la calificadora.
WTI roza 80 dólares por barril
En la cuarta sesión del año, los precios internacionales del crudo siguen al alza, lo que permitió al WTI estadounidense cerrar el día cerca de los 80 dólares por barril, un precio no visto en las últimas siete semanas.
Al concluir la sesión, el barril de referencia norteamericano se ubicó en 79.46 dólares por unidad, lo que representó un alza de 2.07 por ciento en relación con el cierre del miércoles.
Mientras tanto, el Brent europeo cerró en casi 82 dólares, lo que significó un repunte de 1.47 por ciento en el mercado internacional.
El hidrocarburo avanza debido a un posible impacto en la producción petrolera de Kazajistán, debido a los disturbios sociales contra ese gobierno, en el mayor conflicto después de la disolución de la Unión Soviética, mismo que inició por los altos precios del gas natural.
Kazajistán es miembro de la OPEP+, el grupo productor integrado por 23 países y que es liderado por Rusia y Arabia Saudita.
Apenas el martes, la OPEP+ acordó incrementar en 400 mil barriles diarios la producción durante febrero, en línea con el plan que pusieron en marcha en agosto del año pasado y que concluirá en septiembre.