La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) publicó un estudio realizado por la Universitat Politèctina de València (UPV), en el que científicos de esa institución detectaron un evento extraordinario de emisiones en uno de los campos pertenecientes a Ku Maloob Zaap, el complejo petrolero más grande del país.
El equipo descubrió que la plataforma liberó grandes volúmenes de metano durante un evento de ultraemisión de 17 días que ascendió a aproximadamente 40 mil toneladas de metano liberado a la atmósfera en diciembre de 2021.
Estas emisiones, añade el documento publicado por la ESA, equivalen a alrededor de tres por ciento de las emisiones anuales de petróleo y gas de México y este evento único tendría una magnitud similar a todas las emisiones regionales anuales de la región costa afuera de México.
De acuerdo con los resultados observados por la agencia europea, la ultraemisión de metano ocurrió en la plataforma Zaap-C.
El equipo de la casa de estudios valenciana señala que analizó una serie temporal más larga de actividad de quema en el sitio, cuyos resultados mostraron que este evento estuvo probablemente relacionado con condiciones anormales del proceso, al tiempo que fue un incidente único con la duración más larga desde que inició la actividad de quema en esta plataforma.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero antropogénico más abundante después del dióxido de carbono, pero es 25 veces más potente que el dióxido de carbono para atrapar el calor en la atmósfera, en un periodo de 100 años, dice el estudio de la ESA.
El análisis fue publicado recientemente en Environmental Science and Technology Letters, y utilizó datos del satélite WorldView-3 de Maxar, obtenidos a través del Programa de Misiones de Terceros de la ESA, y la misión Landsat 8 de Estados Unidos para detectar y cuantificar fuertes penachos de metano de una plataforma de producción de petróleo y gas en alta mar cerca de la costa de Campeche, en uno de los principales campos de producción de petróleo de México.
Los métodos basados en satélites han demostrado ser fundamentales para la detección y cuantificación de este tipo de emisiones, dice la ESA.
Sin embargo, a pesar del rápido desarrollo de los métodos de detección de penachos de metano basados en satélites en tierra, todavía existe una importante brecha de observación con respecto a las emisiones provenientes de las operaciones de petróleo y gas en alta mar, que representan aproximadamente 30 por ciento de la producción mundial.