La industria de gas licuado de petróleo (gas LP) está muy preocupada por la constante presencia del mercado negro del combustible en el país, que se ha convertido en un mal crónico dañando, principalmente, al consumidor final, a la recaudación del SAT y a Pemex, aseguró este día la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP y Empresas Conexas (Amexgas).
Por ello advirtió que si este grave problema no se atiende y resuelve adecuadamente, se ocasionaría una afectación social con sus prácticas altamente riesgosas en la extracción ilegal, en el trasiego y venta de producto y sin cumplir con las normas de seguridad básicas que protegen al consumidor final y a la población en general.
La Asociación, cuyo Consejo de Administración está a cargo de César Garza Obregón, agregó que el principal reto que actualmente enfrenta la industria de distribución del energético a nivel nacional es el robo de combustibles de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Una vez más, la AMEXGAS denunció que en diversas regiones del país operan grupos delictivos que permanentemente sustraen el gas de los ductos de Pemex y de algunas refinerías, además de amenazar a los operadores, robar pipas y transportes de empresas privadas.
Estos grupos, prosiguió, operan redes de distribución clandestinas y crean empresas “fantasma” afectando a la población mediante amenazas, extorsiones y secuestros.
Refirió que el 2019 fue el año en que se registró un fuerte crecimiento de las actividades delictivas relacionada con el robo del gas. Se calcula que en ese año, la pérdida económica de la petrolera fue de 70 mil millones de pesos, de los cuales 13 mil millones corresponden al robo de gas LP, lo que representa casi 10% de todo el gas distribuido a nivel nacional.
“Es una cifra muy alta considerando que México es el quinto mayor consumidor de gas LP en el mundo”, subrayó la AMEXGAS. “Sin duda, estos recursos serían de gran utilidad asignados a programas sociales de educación, alimentación y salud”, consideró.
En este contexto, la Asociación también calculó que en este 2020 el problema podría ser igual o peor.
Citó cifras de Pemex que indican que el número de tomas clandestinas aumentó 900% de 2012 a 2018, “y desafortunadamente hoy en día el problema del robo de gas LP continúa igual”, lamentó.
Recordó que la extracción y distribución ilegales del combustible se concentra en los estados de Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco y Tamaulipas.
En estos estados, la venta de gas robado representa 25% de la participación de mercado ilegal que desplaza a empresas que generan empleos, pagan impuestos, invierten en infraestructura para garantizar el abasto, y cumplen con todas las normas de seguridad y protección a los consumidores, apuntó.
La AMEXGAS también destacó que las acciones realizadas por el gobierno federal contra el robo de hidrocarburos en el 2019 se enfocaron a reducir las afectaciones a Pemex, principalmente para detener el robo de gasolinas, pero ocasionó que los grupos delincuenciales migraran hacia el robo de gas LP, que alcanza un promedio de 58 mil toneladas anuales.
Aunado a este problema, la Asociación reiteró sobre el problema del robo y posterior clonación de las pipas, operación de centros de distribución (CEDIS), estaciones y plantas de distribución clandestinas, así como el incremento en amenazas, extorsión y secuestro de personal que labora en las empresas.
“La cifra de autotanques robados es de más de 400 unidades. Es un problema muy serio porque las empresas formales y sus trabajadores de reparto diario, están continuamente amenazados y se afecta seriamente la distribución y un servicio de calidad, todo esto lamentablemente es en perjuicio del consumidor y de la sociedad en general”, añadió.
Este otro problema se concentra particularmente en los estados de Puebla, Veracruz, Tlaxcala y Estado de México.
Para atacar la raíz del problema, es preciso un combate integral al robo de combustibles que implica un mayor grado de coordinación entre los tres niveles de Gobierno: Federal, Estatal y Municipal, así como una mayor coordinación entre las autoridades responsables de la Inteligencia, de Seguridad y de impartición de justicia. También es muy importante concientizar a la población del problema y del riesgo al que se exponen al comprar un gas robado.
México es el mercado más grande de gas L.P. en América Latina y el quinto del mundo, con 1,200 plantas de gas. Esta industria realiza un millón de servicios diarios en las que trabajan 200,000 personas directamente y 500,000 indirectas, el abasto diario de este vital producto es fundamental para el desarrollo económico y para la estabilidad social, por lo que consideramos prioritario que se tomen acciones efectivas para garantizar la seguridad de la población y brindar certeza jurídica y respeto al estado de derecho.
La industria reitera su compromiso adquirido desde hace más de 70 años para trabajar incansablemente en la construcción y consolidación de la infraestructura y brindando un servicio seguro y de calidad, garantizando el abasto oportuno de este vital producto que consume el 80% de los hogares mexicanos.