Redacción / Energía a Debate
Dada la importancia que representa la Refinería de Dos Bocas y la polémica sobre el sitio donde se construiría, el Ing. Alejandro Villalobos Hiriart propone que se evalúe por los mejores expertos mexicanos si el lugar seleccionado es el adecuado para instalar dicha refinería, especialmente por el riesgo que conlleva el cambio climático y por la magnitud en costo y en tiempo que significan la adecuación del terreno y la obra civil.
En un estudio llamado Problemática del Desarrollo de la Refinería de Dos Bocas, Tabasco, Villalobos Hiriart, quien es ex funcionario de Petróleos Mexicanos (Pemex) y del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), Académico Titular de la Academia de Ingeniería y Presidente del Comité Técnico de Petroquímica del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ), con 51 años de experiencia en la industria, propone que si el lugar en Paraíso, Tabasco, propuesto por el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, no fuera el más indicado, se debería buscar una mejor opción a la mayor brevedad posible.
Villalobos Hiriart propone que el grupo de expertos sea integrado por el Dr. Mario Molina Pásquel, Premio Nobel en 1995, el Dr. Víctor Manuel Toledo Manzur, Titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), al Dr. Luis R. Vera Morales, Director Ejecutivo en Agencia Nacional de Seguridad Industria y Protección al Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) y a los ingenieros Carlos Mena Brito y Héctor Ochoa López, expresidentes nacionales del IMIQ y expertos en refinación y en la protección del medio ambiente.
Si resultara que el lugar no es adecuado, una opción que merece estudiarse y es recomendado por el el Ing. Hiriart Villalobos es la de instalar una refinería más pequeña en Tabasco y otra en el Complejo Petroquímico Cangrejera, para complementar la capacidad de expansión del Sistema Nacional de Refinación (SNR) en 340,000 barriles diarios.
Dicho lugar tiene la ventaja de contar con toda la infraestructura necesaria para el manejo del crudo y de los productos petrolíferos y no se tendría que hacer inversión en este rubro, ni en la adecuación del terreno, ni en toda la obra civil, lo que también disminuiría el tiempo de construcción de una manera importante, además de que se podría trabajar en paralelo con la Refinería de Minatitlán, dada su cercanía geográfica. Es una zona que no es tan vulnerable al cambio climático y no requiere construir nuevas vías de acceso.
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