Ulises Juárez / Energía a Debate
Los meses de abril y mayo pasados representaron el periodo de menor consumo de gas licuado de petróleo (gas LP), con una caída promedio de entre 10% y 15% nacional, debido a la contingencia por la pandemia del COVID-19, aunque actualmente ya se ha recuperado casi en su totalidad, refirió esta mañana la Asociación Mexicana de Gas Licuado de Petróleo y Empresas Conexas (AMEXGAS).
El sector más afectado, dijo Carlos Serrano Farrera, presidente ejecutivo de la Asociación, es el de comercios y servicios, como restaurantes, bares y hotelería, al reducir su consumo prácticamente a cero.
Refirió que de la demanda nacional mensual promedio, estimada en unas 750,000 toneladas, aproximadamente 60% corresponde al consumo doméstico, esto es, 450,000 toneladas; 15% a la industria, o 112,500 toneladas; otro 15% a comercios y servicios, y el restante 10%, o 75,000 toneladas, a transporte.
A pesar de que el sector doméstico registró un incremento en su consumo de entre 10% y 12%, debido principalmente al confinamiento, en los comercios descendió casi a cero y en transporte se redujo prácticamente a la mitad.
Apuntó que en algunos estados de la República la caída en el consumo pudo haberse ubicado entre 25% y 35%.
“Ahorita estamos casi a 100% de recuperación, dos o tres puntos por debajo de la demanda en promedio nacional”, afirmó el empresario, quien detalló que con el regreso de algunas entidades del semáforo naranja al rojo, la demanda podría descender algunos puntos porcentuales.
En conferencia de prensa virtual para anunciar la celebración del Congreso Internacional de Gas LP 2020, que se llevará a cabo del 26 al 28 de octubre, Serrano Farrera también habló acerca del robo del combustible y los permisos pendientes por parte de la Comisión Reguladora de Energía, la Secretaría de Energía y la de Economía.
Aseguró que en 2019, el robo de combustible a Petróleos Mexicanos (Pemex) significó pérdidas a la empresa por alrededor de los 13,000 millones de pesos.
Dijo que durante ese año hubo una extracción ilegal de 58,000 toneladas mensuales promedio, casi 8% de la demanda nacional, principalmente en diez estados de la República que es por donde pasa el ducto que transporta el energético.
El año pasado, apuntó, se registraron 15,500 tomas clandestinas, esto es, un promedio de 42 tomas diarias.
Sin embargo, destacó que en los últimos 12 meses este delito se ha incrementado significativamente en la Ciudad de México, Hidalgo y en el Estado de México.
La AMEXGAS insistió como en ocasiones anteriores en la gravedad del creciente robo y daño de sus pipas y la apropiación de áreas de distribución por parte de grupos delincuenciales, lo que pone en riesgo a la población.
Descartó que por el momento empresas del ramo hayan cerrado ante presiones de estos grupos, pero reconoció que algunas han tenido que dejar algunas rutas de reparto o cerrar puntos de venta para no poner en riesgo la integridad física de sus trabajadores.
Respecto a los permisos, la Asociación rechazó que las autoridades hayan suspendido su expedición, pero reconoció que existe un rezago por lo que solicitaron la agilización de los trámites.
Del total del abasto nacional de gas LP, Pemex produce alrededor de 40%, unas 300,000 toneladas, e importa otro 20%, o 150,000 toneladas. El 40% restante es abastecido por las empresas privadas.
En la actualidad, la industria opera con 1,200 plantas, 4,700 estaciones de servicio, 35,000 unidades de reparto, 200 empleados y circulan 18 millones de cilindros en todo el país.