Estimado lector, se acerca el invierno y el tema de la energía es fundamental. En mi visita de la semana pasada a tierras europeas, constaté que la batalla energética se libra lejos del frente de guerra, por consecuencia países como Noruega y Francia, solo por mencionar algunos, son conscientes del rol que juegan en la crisis energética europea y están tomando excepcionales medidas. El tiempo dirá si son las decisiones correctas.
Mientras tanto, seis de las siete refinerías en Francia se encuentran en huelga el miércoles de esta semana. El gobierno ha elevado el tono, imponiendo en particular la requisición del personal esencial para el funcionamiento del depósito de ExxonMobil, más específicamente en la zona mejor conocida como Seine-Maritime.
La agencia de noticias Bloomberg publicó desde el pasado 8 de agosto que Noruega se estaba ya preparando para limitar las exportaciones de energía, lo que interpretó como una señal temprana de las pruebas a las que se enfrentará la solidaridad fronteriza en Europa este invierno a medida que se profundice la crisis energética.
En los primeros minutos del 12 de octubre del 2022, en una refinería de la antes citada empresa petrolera, unos quinientos empleados aproximadamente se han puesto en huelga, ya que votaron a mano alzada para continuar el paro, al pie de la fábrica, sin tener algún pronunciamiento del gobierno francés para resolver este tema.
Por su parte, Noruega, uno de los principales exportadores de energía a sus vecinos europeos, ha visto que no es factible seguir con este comercio, ya que puede poner en riesgo su consumo interno y más en tiempos cercanos al invierno.
En su material, Bloomberg estimó que ante la falta de respuestas a la crisis en Europa, cualquier restricción sería otro golpe para las naciones del continente que dependen de la energía barata proveniente de las hidroeléctricas noriegas. Varios países dependen de la energía de grandes productores, tanto europeos como no europeos.
En su momento, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, trató de explicar en todo foro público tanto la situación actual de su país, como de Europa.
“Hay convenios ya firmados en toda Europa sobre temas energéticos y estos muestran recortes”.
Hay convenios ya firmados en toda Europa sobre temas energéticos y estos muestran recortes, aunque solo se permitirían si se declara una situación de emergencia por parte de países totalmente generadores a gran escala. Habrá que hacer énfasis en que hay convenios incluso con países que no pertenecen a la Unión Europea.
El impacto de estos temas tan delicados refleja el terremoto provocado en Europa por la guerra rusa en Ucrania y las sanciones occidentales impuestas a Moscú. En pocas semanas, la cuestión de la seguridad energética se sumó a la de la crisis climática como prioritaria. Y, como es lógico, esta última se ha eclipsado.
Aquí es donde adquiere relevancia un mercado de energía bien regulado que funcione para todos los países europeos, miembros o no de la Unión Europea, para poder importar y exportar energía en años de sequía, así como exportarla cuando se tengan excedentes.
Por ello, con el límite de las capacidades de exportación de energéticos, y varios países europeos anunciando posibles medidas de ahorro energético para hacer frente a la crisis de suministro, se augura un invierno crudo y complejo.
Esto además afectará la producción de alimentos y al sector manufacturero con resultados catastróficos.
De manera particular, la transición energética está tomando más tiempo del estimado y con una población mundial extremadamente gigante, es necesario hacer esfuerzos en políticas públicas y hábitos de consumo.
Las opiniones vertidas en la sección «Plumas al Debate» son responsabilidad exclusiva de quienes las emiten y no representan necesariamente la posición de Energía a Debate, su línea editorial ni la del Consejo Editorial, así como tampoco de Perceptia21 Energía. Energía a Debate es un espacio informativo y de opinión plural sobre los temas relativos al sector energético, abarcando sus distintos subsectores, políticas públicas, regulación, transparencia y rendición de cuentas, con la finalidad de contribuir a la construcción de una ciudadanía informada en asuntos energéticos.