De acuerdo con el World Energy Council, un sistema energético debe tener tres objetivos: ser lo más seguro, al menor costo y lo más limpio/sustentable posible. Las acciones de un gobierno deberían ir en ese sentido y por eso mismo vale la pena hacer un análisis de lo presentado la semana pasada como “El rescate de CFE” en una mañanera.
Antes de hacer el análisis permítame desmentir algo repetido ad nauseam por el presidente en sus conferencias. Insiste en que el marco jurídico de 2013 buscaba desaparecer a CFE. Falso. Tan solo el monopolio de los servicios públicos de transmisión y distribución garantizaban larga vida a CFE, además de las hidroeléctricas, que cada vez serán más importantes con la integración de más renovables.
¿Hay problemas en el Sistema Eléctrico Nacional?
Sí.
Hay apagones en buena parte del país por causas diversas: energía insuficiente, transmisión inadecuada o distribución sin mantenimiento. Con eso sabemos que no se cumplió con tener un sistema seguro. Las tarifas no subsidiadas siguen creciendo (las subsidiadas son un engaño, aunque siguen creciendo también), pero lo relevante es que se frenó la entrada en operación –e incluso el inicio– de proyectos de energía al costo más bajo posible, que son las renovables. Con eso no se logró la fuente más barata y tampoco se cumplió con los compromisos de energía limpia.
En ninguno de los dos objetivos se ha avanzado.
“Lo relevante es que se frenó la entrada en operación –e incluso el inicio– de proyectos de energía al costo más bajo posible”.
A cambio de eso nos impusieron centrales eléctricas con sobrecostos importantes, como dos parques solares, uno de mil megawatts (MW) por 1,644 millones de dólares (mdd) y uno de 7 MW por 8.1 mdd. Esto es, la CFE construyó cada MW en más de un 1.15 millones de dólares. Esta cantidad es muy superior a los 850 mil dólares por MW en parques construidos por privados. (Villanueva Solar de 754 MW costó 650 mdd, es decir, 862 mil dólares por MW, sin considerar que el costo de la solar venía bajando).
Los sobrecostos también se dieron en las centrales de ciclo combinado. Una central de este tipo actualmente debería tener un costo de unos 600 mil dólares por MW, cuando estos proyectos tienen costos de unos 850 mil dólares por MW de capacidad, 250 mil dólares de excedente por cada MW.
Estas centrales entregarán energía de forma firme, lo que significa que podrían aportar seguridad al sistema, pero… Puerto Peñasco genera donde no se necesita, lo que hace que se gaste un dineral para poder interconectarla eficientemente. El dinero de las líneas que se hicieron ahí pudo gastarse en las líneas que actualmente son necesarias para dar seguridad al sistema eléctrico, como el refuerzo en Tamaulipas (las líneas Lajas-Güemes) o los refuerzos de las tres regiones del Norte hacia el Centro de la República.
Además, las nuevas centrales de ciclo combinado se van a terminar sin que cuenten con el gas necesario para operar. Solo Tuxpan podrá generar una vez terminada, gracias al ducto marino construido en la administración pasada, pero el resto necesita de ductos que no han sido construidos, por lo que, en un buen escenario, podría estar listo en 2027.
El problema del gas no es el único de estas nuevas centrales. Debemos considerar que fueron construidas sin garantía de venta de energía al no haber subastas como lo marca la ley y, por lo tanto, no tener contratos de compraventa. Al menos a CFE Suministrador de Servicio Básico no le pueden vender, que es la empresa que nos vende energía a millones de mexicanos. No se tiene certeza de que CFE pueda recuperar lo invertido ahí, salvo que considere comercializar esa energía en el Mercado Eléctrico Mayorista tan competido.
En estas circunstancias es difícil que los apagones, que aumentaron considerablemente con este gobierno, se acaben antes de 2028. También es ya imposible cumplir con los objetivos establecidos en la Ley en materia de energía limpia para el siguiente año. Y tampoco mejoró la situación financiera de CFE, la cual con su negociación tan sonada de los supuestos contratos leoninos, terminará pagando más de lo acordado en concursos públicos, ya que solo aumentó el plazo del contrato y ni hablar del pasivo laboral, que este gobierno decidió aumentar por su gusto y con cargo al ciudadano.
Si no mejoró la seguridad, no bajaron los costos ni vamos a tener energía limpia en las condiciones de ley, no se ve mucho rescate.
¿Hubo rescate? ¿Sirvió? ¿Sirvió a los mexicanos?
No queda claro.
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