El precio del barril de petróleo West Texas Intermediate cerró la primera sesión de la semana con una caída de 4.75 por ciento, para ubicarse en 93.34 dólares por barril, su cierre más bajo desde el 25 de febrero de este año, previo al inicio de la invasión de Rusia contra Ucrania.
La caída en el WTI, de acuerdo con Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, fue provocada por la debilidad de los datos manufactureros en China, que es el principal importador de petróleo en el mundo y el segundo consumidor más grande, lo que incrementó la preocupación por el lado de la demanda.
En la misma línea, el Brent europeo tuvo una caída de 3.77 por al bajar a 100.05 dólares por barril en la primera sesión de la semana.
“En China, los nuevos cierres relacionados con el coronavirus ralentizaron la recuperación de la actividad manufacturera, con el PMI de manufactura reduciéndose a 49 unidades en julio desde 50.1 de junio, mientras que el índice Caixin se redujo a 50.4 en julio desde 51.7 el mes anterior. Por su parte, en Estados Unidos, el ISM manufacturero se redujo a 52.8 unidades en julio, siendo el menor nivel desde junio de 2020, cuando el sector estaba saliendo de las dificultades inducidas por el coronavirus”, dice la experta de Banco Base.
En sentido contrario, Gabriela Siller Pagaza adelantó que se mantendrán las presiones sobre la oferta mundial, especialmente mientras se acerca la reunión oficial de agosto del grupo ampliado de la OPEP, que se realizará este miércoles.
“Se dice que podrían discutir la posibilidad de un incremento para septiembre, aunque es más probable que se mantenga estable, puesto que la mayoría de los países no tienen la capacidad disponible para incrementarla”, advierte la analista.